El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, animó a una niña de 10 años a que se quitara la mascarilla durante un acto oficial este jueves en el municipio de Jucurutu, en el estado de Río Grande del Norte, y cuando la menor le hizo caso, levantó un pulgar hacia arriba en un gesto de aprobación.

Quienes no aprobaron la actitud de Bolsonaro fueron muchos brasileños que lo criticaron por desestimar las medidas de protección personal en plena pandemia del covid-19, en un país que ya ha superado 500.000 muertes por coronavirus. Además, durante la misma jornada el mandatario brasileño le bajó la mascarilla a un niño pequeño al saludar a sus partidarios.