Cuando las personas comienzan a preocuparse por su peso, a menudo aparece la problemática del metabolismo. ¿Es mi metabolismo lo que me impide perder peso? ¿Qué es lo que hace que sea más rápido o lento? ¿Cómo funcionan realmente las calorías?

Para quienes están intentando perder peso pueden aparecer muchas dudas. Y en general, cuando no se lo consigue, suele culparse al metabolismo, es decir, esa función biológica que regula las reacciones químicas dentro del organismo, entre ellas la quema de calorías diarias de lo que consumimos.

«Cuando la gente habla de un metabolismo rápido o lento, a lo que realmente se refiere es a la cantidad de calorías que quema su cuerpo a lo largo del día. La idea es que alguien con un metabolismo lento no utilizará la misma cantidad de energía para hacer la misma tarea que alguien con un metabolismo rápido», sintetiza el experto en nutrición Terezie Tolar-Peterson en un artículo para The Conversation.

¿Qué es metabolismo?

Sin embargo, la relación entre la velocidad del metabolismo y la pérdida de peso no es tan lineal como suele pensarse. Para entenderlo, hay que tener en cuenta que el metabolismo tiene tres trabajos: convierte los alimentos que ingiere el organismo en energía; descompone de ellos las proteínas, lípidos, ácidos y demás; y elimina los desechos de nitrógeno.

Esa energía que dan los alimentos tiene un determinado valor energético, cuya unidad de medida son las tan problemáticas calorías. De hecho, hay dos tipos de necesidades calóricas.

«La tasa metabólica basal es la cantidad mínima de calorías necesarias para las funciones básicas en reposo. El gasto de energía en reposo es la cantidad de calorías que su cuerpo usa mientras descansa o duerme, alrededor del 60% -65% de su gasto total de energía. No tiene en cuenta las calorías que necesitaría para alimentar todo lo demás que hace: moverse o gastar energía en la actividad (25% -30%), pensar, incluso digerir alimentos (5% -10%). De modo que su gasto energético total combina los dos: su gasto energético en reposo más su gasto energético para otras actividades», explica Tolar-Peterson.

¿Cuántas calorías gastamos en un día?

La cosa no es igual para todo el mundo. El nutricionista pone un ejemplo claro. Supongamos el caso de una mujer adulta que pesa 57 kilogramos. Por su peso, debería ingerir entre 1.600 y 2.400 calorías diarias.

En cambio, un hombre adulto de 70 kilogramos de peso debería consumir un total de entre 2.000 y 3.000. El cálculo de las necesidades calóricas es sencillo, unas 11 o 14 calorías por cada kilo.

Sorprendentemente, los bebés quemas mucho más: unas 120 calorías por kilogramo. Es en esta etapa en que el ser humano tiene su más rápido metabolismo, esta velocidad metabólica se va reduciendo gradualmente a medida que va creciendo. Lo que ocurre es que en esta etapa las calorías son cruciales para crecer sanamente.

Pero, aunque se tratase de dos personas del mismo sexo y mismo peso, sus necesidades calóricas también pueden variar. Esto no significa que una tenga un metabolismo más rápido que la otra, sino que puede deberse a la cantidad de ejercicio que hace durante el día, por ejemplo.

¿Cómo se calcula el gasto energético que necesita tu cuerpo?

«Hay muchas formas de calcular el gasto energético total y en reposo si desea conocer las necesidades calóricas específicas de su cuerpo», asegura Tolar-Peterson. Sugiere las fórmulas predictivas como la Mifflin-St. Ecuaciones de Jeor. Allí señalas tu sexo, edad, peso y altura para calcular cuántas calorías deberías consumir y, si le agregas el factor de actividad, te indica el gasto energético total que haces a diario. Aquí tienes el link, ¡pruébalo! 

La genética, el sexo, la edad, la composición corporal y la cantidad de ejercicio que hace son todos elementos que incluyen en tu metabolismo y tus necesidades calóricas. También influye tu estado de salud y tus condiciones médicas (eso puedes agregarlo también en el calculador del link).

De hecho, cuando tienes fiebre aumenta tu metabolismo: exactamente 7% por cada medio grado centígrado de temperatura. El nivel de grasa corporal también influye. Con la edad, disminuye el porcentaje de masa muscular del cuerpo humano, y aumenta el de la grasa corporal. Por ello, cada una década se pierde 1 o 2% de masa muscular. Para acelerarlo, Tolar-Peterson sugiere aumentar el ejercicio físico.