Particularmente se hizo pública hace unos meses una acusación formal en el Distrito de Columbia,  Arizona, contra la ciudadana estadounidense Christina Marie Chapman, quien estaría colaborando con un plan para ayudar a trabajadores extranjeros de la industria tecnológica, a encontrar trabajo remoto en más de 300 empresas estadounidenses, pero haciéndolos pasar por residentes de ese país, según el mismo informe.

Se calcula que Chapman y sus colaboradores generaron al menos 6.8 millones de dólares en ingresos para los trabajadores asociados en el extranjero y crearon obligaciones fiscales falsas a más de 35 residentes. Fue arrestada en Litchfield Park, Arizona.

Adicionalmente, tan sólo esta semana, la mundialmente reconocida empresa de seguridad cibernética CrowdStrike, que protagonizó una caída mundial del sistema operativo Windows, visibilizó a través de una investigación que un grupo de Hackers norcoreanos consiguió infiltrarse en múltiples empresas estadounidenses, instalando software malicioso destinado a robar información de interés o a generar rédito económico, publicó El País.

Corea del Norte es uno de los países más herméticos y aislados de todo el mundo, tanto en la esfera política, como cultural y económica, por tal razón, resulta usual que se valga de tácticas diversas para poder canalizar ingresos en el extranjero y su peligrosidad radica en su capacidad para burlar sistemas de seguridad digital.