La Justicia decidió que mientras el Estado no resuelva el destino de los niños, Eduardo Rucci y Natacha Perrig, que los habían adoptado en Guinea Bissau y dejado en una comisaría de Bahía Blanca un año más tarde, deberán hacerse cargo de la cuota alimentaria.


Los hermanitos africanos de seis años abandonados en Bahía Blanca todavía preguntan por su familia, aunque ya no la tienen ni la volverán a tener. La relación duró menos de dos años. A los cinco, después de haberse muerto su madre biológica en el parto en Guinea Bissau y ser derivados a un orfanato de ese país, conocieron a Eduardo Rucci y Natacha Perri, una pareja argentina que los adoptó en agosto de 2019 y el 17 de noviembre pasado los dejó en una comisaría. La Justicia investiga las causas y circunstancias que llevaron al matrimonio a cometer el delito de desentenderse de la crianza de los niños, que ellos mismos habían buscado. Por eso, a pedido de la titular de la Asesoría de Incapaces N° 2 de Bahía Blanca, Florencia Demaestri, el juez de familia Martín Larceri determinó que los padres adoptivos deberán sostener una cuota alimentaria provisoria para los niños hasta que se resuelvan los trámites que permitan buscarles una familia sustituta. La solicitud, según adelantaron a Infobae fuentes cercanas al expediente, también la hizo el fiscal Marcelo Romero Jardín y se espera la decisión del Juzgado de Garantías que lleva la causa penal.


Si bien no trascendió el monto, el Estado administrará ese dinero para el sostenimiento de los chicos, que siguen en un hogar de abrigo “preguntando por sus padres”.


En tanto, el Ministerio Tutelar les asignó defensores a los hermanitos, que los representan en las dos causas judiciales. El objetivo es hacer los trámites lo más rápido posible para que los chicos obtengan la ciudadanía argentina legalizada, algo que deberían haber concretado Rucci y Perrig pero nunca hicieron.


“Tienen una sentencia de adopción en África que debía ser homologada mediante Cancillería y no se hizo. Eso lo debe hacer alguien para que los chicos estén legalmente en el país”, detallaron las fuentes consultadas.


Esto permitirá que los hermanos puedan entrar a la lista de adopción. De lo contrario quedarían en un limbo burocrático, esperando sin tiempo en el hogar de abrigo. Los chicos entraron al país en 2019 junto a sus padres adoptivos con una visa transitoria por cuestiones humanitarias que se venció al poco tiempo. Rucci y Perrig debían renovarla e iniciar el trámite de adopción formal en el país y no lo hicieron. Ahora la Justicia les pidió que entreguen la fotocopia de la sentencia de adopción en Guinea Bissau.


Eduardo Rucci llevó a los nenes desde San Martín de los Andes a Bahía Blanca el 17 de noviembre pasado.


En tanto, el Servicio Local de Bahía Blanca mantiene por estos días entrevistas con los “referentes afectivos” de los nenes (personas con llegada y familiaridad para ellos) para saber si alguno podría adoptarlos. En el caso de que estas entrevistas no resulten favorables, entonces la Justicia tomará al registro de adoptantes, donde hay lista de espera. “Hay muchos nenes en situación de adoptabilidad y padres esperando que se produzca la oportunidad”, detallaron las fuentes. Según consignó la prensa local de Bahía Blanca, a la Municipalidad llegaron más de 500 ofrecimientos para quedarse con la custodia y la educación de los hermanitos.


Los hermanitos fueron entregados por el orfanato Casa Emanuel de Guinea Bissau, que dirige la odontóloga costarricense Isabel Johanning Mora. La familia adoptiva tuvo contacto con los nenes mucho antes de viajar a buscarlos, especialmente a través de videollamadas.


Finalmente, a finales de julio de 2019, viajaron a África y vivieron con ellos una semana en el orfanato mientras se resolvían los trámites. “Siempre supieron qué iban a hacer cuando viajaron a Guinea Bissau, no fueron engañados, iban a adoptar a dos nenes, no se entiende qué esperaban”, comentó una fuente del caso consultada, quien aseguró que tanto Eduardo Rucci como su pareja Natacha Perrig podrían ser citados a declaración indagatoria por el delito del que se los acusa, incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, que prevé una pena leve, de hasta dos años de prisión, es decir que es excarcelable. Pero además se investiga un posible fraude a la Ley de Migraciones, que es un delito federal.


“Era una situación dificultosa porque la situación sociocultural es muy distinta, las costumbres, las formas de relacionarse y tratar a las personas”, explicó la misma fuente, y agregó: “Dicen que los chiquitos eran hiperactivos, que no habían tenido límites, que eran difíciles, pero no es culpa de las criaturas sino de los mayores. Todas las energías están puestas en tratar de que estén bien”.


Según supo este medio, hubo preocupación del gobierno de Guinea Bissau para saber cómo están los hermanitos pero se descarta una repatriación: “Una vez que se regularicen los papeles ya son argentinos y entran en el sistema”, aclararon.


Según la denuncia judicial, Rucci llegó a la Comisaría de la Mujer de Bahía Blanca el 17 de noviembre pasado “sujetando a los menores de ambos brazos e informando que era su deseo entregar a los niños, desentendiéndose totalmente de las obligaciones paternas de cuidar, convivir, alimentar y educar”.


“Me han dicho que los chiquitos están muy bien, bien tratados, pero que los abandonaron porque ella estaba con problemas psiquiátricos”, comentó Isabel Johanning, quien explicó en una entrevista concedida a Telefe que los padres adoptivos perdieron el empleo y se mudaron a San Martín de los Andes.


“Si me hubieran llamado hubiéramos solucionado esto, no hubiera tenido ese camino. Sé que él (por Rucci) se comunicó con nuestro representante y les dijo que ella (por Perrig) tenía que buscar ayuda psiquiátrica para resolver el trato con los chicos. Ellos son sus padres y en todo caso tendrían que darlos en adopción”, consideró la mujer.