En Nueva York, EE.UU., una mujer acusó injustamente a un chico afroamericano de 14 años de haber robado su teléfono celular. El altercado ocurrió el pasado 26 de diciembre en el vestíbulo de un hotel de Manhattan, y fue captado en video por Keyon Harrold, trompetista, padre del menor y famoso músico neoyorquino de jazz.

En la grabación, compartida por Harrold en Instagram, se ve a la mujer cuando, alterada, presiona al gerente del alojamiento para que obligue al adolescente a entregarle el iPhone que este sostiene en sus manos, asegurando que es suyo. Instantes después, el trompetista insiste en que ninguno de los dos tiene nada que ver con la desaparición del aparato, y pregunta si acaso las acusaciones se deben a que su hijo es negro.

De acuerdo con Harrold, el altercado se prolongó cerca de cinco minutos y la mujer, después de arañarlo a él, «abordó y agarró» al chico. Finalmente, el celular apareció cuando, al poco, un conductor de Uber se lo devolvió a su dueña. «[La mujer] no se disculpó con mi hijo después de esa situación traumática. No hubo disculpas del establecimiento. Esta mierda pasa muy a menudo. ¡Tiene que parar!», escribió el músico en la red social.

Por otro lado, Harrold reprochó la actitud del gerente del hospedaje, quien abogó por la mujer a pesar de que en ese momento ya no era ella huésped, e «intentó usar su autoridad» para forzar al chico a mostrar su teléfono. «¡Ni siquiera consideró el hecho de que nosotros sí éramos huéspedes!», alegó.

La escena, ampliamente difundida en redes sociales, fue considerada como un claro ejemplo de discriminación racial y provocó intensas críticas al hotel Arlo, por su mal manejo de la situación. Al día siguiente, el establecimiento se disculpó y reconoció que habría podido hacer más para «aliviar la disputa».

Harrold y su esposa han pedido que se presenten cargos por agresión contra la mujer, quien aún no ha sido identificada por la Policía. De acuerdo con Ben Crump, abogado de la familia, el objetivo de esa demanda es demostrar que «el comportamiento de odio y de motivación racial es inaceptable». Asimismo, calificó de «preocupante» que el hotel también «tratara como un delincuente» al joven y pidió una investigación por la «parcialidad implícita» de los gerentes del alojamiento.