Normalmente el primero de julio en Canadá sería una fecha de celebración pues ese día, en 1867, se fundó el país; sin embargo, el ambiente en la nación este año es distinto. De hecho, los canadienses no tienen nada qué celebrar, pues en los últimos meses, las autoridades han encontrado más de mil cadáveres de niños indígenas en las cercanías de antiguos internados gubernamentales. En protesta a estos hechos, cientos de manifestantes han salido a las calles y, como símbolo de protesta, derribaron las estatuas de las reinas Isabel y Victoria.

Los hallazgos empezaron en el internado Kamloops, el cual estuvo activo desde finales del siglo XIX, hasta finales de la década de 1970. En el jardín de dicho lugar, encontraron los cuerpos de al menos 215 niños. Algunos de ellos tenían solo tres años cuando perdieron la vida.

Esta institución cerró en 1978 en medio de miles de rumores sobre violaciones de derechos humanos que ocurrían dentro de sus instalaciones. Recordemos que gran parte de los niños internados eran indígenas, los cuales eran separados de sus familias.

En consecuencia al hallazgo de estos cadáveres, el gobierno canadiense siguió investigando las cercanías de otros internados en el país. Y es que las múltiples denuncias que recibió el sistema de escuelas residenciales de la época se cuentan por millones.

Tristemente, las denuncias eran ciertas y la cantidad de cuerpos de infantes que se han encontrado en las cercanías de varios internados, asciende a más de mil.

Activistas derriban estatua de la reina Isabel II en Canadá
ACTIVISTAS DERRIBAN ESTATUA DE LA REINA ISABEL II EN CANADÁ.

GENOCIDIO CULTURAL

En 2015, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá, publicó un informe donde detallaba punto a punto la otra cara de la moneda del sistema de internados del país. La recopilación se realizó desde la década de 1840 hasta la de 1990.

Igualmente, la investigación sacó a la luz décadas de abusos físicos, sexuales y emocionales que los niños debían soportar en estas instituciones. Recordemos que los internados en Canadá era gubernamentales y eclesiásticos.

«A veces la gente no volvía, nos alegrábamos por ellos, pensábamos que se habían escapado, sin saber si lo habían hecho o lo que les había pasado», manifestó Harver McLeod, una de las personas que sobrevivió a estos lugares. «El abuso que me ocurrió fue físico, sí; fue sexual, sí. Y en 1966 era una persona que no quería vivir más, me cambió».

ACTIVISTAS DERRIBAN LAS ESTATUAS DE LAS REINAS ISABEL II Y VICTORIA

Líderes indígenas de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas se han tomado las calles en Canadá para protestar sobre el genocidio cultural que recibió su pueblo en su momento. Heather Bear, líder de este grupo, manifestó que con los hallazgos de más de mil niños, Canadá se debe replantear su origen como nación.

«No tengo ganas de celebrar el Día de Canadá con todo lo que está apareciendo y los eventos horrorosos que nuestra gente ha padecido», puntualizó.

Después de lo ocurrido, los grupos de activismo también comenzaron a derribar monumentos. Los más significativos han sido los de las reinas Isabel y Victoria.

Ciertamente, un video donde cientos de personas derriban una estatua de la reina Victoria, le ha dado la vuelta al mundo.

«Pienso en esos niños que tenían nombre y en sus familias que los querían. Creo que lo más apropiado sería que el Día de Canadá fuera un día para orar, un día de duelo», añadió la líder indígena.

Por otro lado, el ministro Justin Trudeau ordenó que la bandera que ondea sobre el parlamento canadiense se mantenga en media asta, en recuerdo a los niños indígenas. Sobre el derribo de las estatuas de la reina Isabel y la reina Victoria, el gobierno no ha emitido ningún comunicado.

Probablemente, la fiesta del primero de julio en Canadá será replanteada. Ahora, el gobierno deberá llegar a un acuerdo con las comunidades indígenas para resarcir, en la manera que sea posible, este genocidio que vivió su cultura.