La Organización Mundial de la Salud anunció en el mes de marzo que el nuevo coronavirus era considerado pandemia, ya han pasado ocho meses y el epicentro de la COVID-19 se encuentra en Estados Unidos con más de 12 millones de casos y en todo el mundo ha cobrado la vida de casi un millón y medio de personas.

“Sabemos la cantidad de muertos, los infectados, sabemos que la gente deja de respirar, pero las causas científicas no las conocemos, si las conociésemos ya tuviésemos la vacuna; pero estamos estudiando el fenómeno”, indicó.

Sostuvo que los Gobiernos no deberían hacer la apertura completa de las actividades económicas, por posibles rebrotes en los países, como ya se ha visto en países europeos.

Asimismo, destacó que los rebrotes “tendrían consecuencias 10 veces más graves en nuestra economía, en las vidas perdidas y en nuestra salud física, mental y emocional”.

Entretanto, añadió que si “un Gobierno va a decir salgan todos a repartir la economía, la economía se activará, pero a la tercera semana el rebrote será 10 veces peor para la misma economía y para el individuo”.