La jefa de la Administración de Servicios Generales de EE.UU., Emily Murphy, ha notificado este lunes a Joe Biden que la Administración Trump pone a su disposición los recursos federales para comenzar el proceso de transición en la Presidencia del país.

En su carta, que marca el primer paso de la Administración Trump para reconocer la victoria de Biden, Murphy asegura que la Casa Blanca no la presionó para retrasar la transición formal y que no tomó una decisión «por miedo o favoritismo».

«Por favor, sepa que tomé mi decisión de manera independiente, basada en la ley y los hechos disponibles», escribe la responsable de la agencia, que afirma que «nunca» fue presionada directa o indirectamente por ningún funcionario del Ejecutivo «con respecto al fondo o al momento» de su decisión. «Para ser claros, no recibí ninguna instrucción para retrasar mi determinación», insistió.

En cambio, Murphy aseguró haber recibido «amenazas en línea, por teléfono y por correo» dirigidas a su seguridad, así como a la de su familia, de su personal e incluso de sus mascotas, en un intento por obligarla a tomar una decisión «prematuramente».

Poco después, Trump confirmó a través de su cuenta de Twitter que está «recomendando que Emily y su equipo hagan lo que sea necesario con respecto a los protocolos iniciales» y que le ha dicho a su equipo «que haga lo mismo», si bien prometió continuar con su lucha legal para impugnar los resultados de las elecciones.