Nicolás Ernesto Maduro Guerra, constituyente, diputado recién electo e hijo homónimo del presidente de Venezuela, es uno de los ciudadanos de este país que se han aplicado las primeras dosis de la vacuna rusa Sputnik V como parte de la tercera fase del ensayo clínico, que cuenta con centenares de voluntarios.

Ha recibido la primera inyección de este protocolo de dos pasos, y ha contado sus motivaciones para participar en el ensayo clínico.

Según el hijo del mandatario, Rusia ha demostrado ser «el baluarte» de la medicina a nivel global, por lo que él quiso «decirle al mundo» que Venezuela «confía en Rusia«, en su medicina y en su ciencia.

Nicolás Ernesto Maduro, que espera desarrollar anticuerpos sin efectos secundarios, afirma que Moscú «está a la vanguardia de la humanidad», pues, mientras algunos otros países «se concentran en promover guerras, intervenir, en sancionar, en tratar de hacer daño», Rusia se centra en «buscarle cura a las enfermedades del mundo».

El político agradece a Rusia la generosidad que ha mostrado hacia el pueblo de su país y recalca que Moscú tiene «un aliado» en él y en la juventud venezolana, que sienten un «profundo respeto» por el estado euroasiático.

En unos 20 días, los voluntarios como Nicolás Ernesto Maduro tendrán que aplicarse la segunda dosis de la Sputnik V. Serán monitoreados hasta seis meses después por los médicos locales que están en contacto directo con los desarrolladores de la vacuna del centro Gamaleya. Entretanto, el presidente venezolano ha anunciado que espera poder iniciar un esquema de vacunación masiva entre abril y mayo de 2021.