El regreso de Conor McGregor al octágono ya es una realidad. Aunque ya existía un acuerdo verbal y Dustin Poirier lo había confirmado la semana pasada, este jueves ha sido el irlandés quien ha reconocido a la ESPN que ha firmado el acuerdo para que la pelea se celebre el 23 de enero en el UFC 257.

El combate podría finalmente disputarse a 155 libras, es decir, peso ligero, pero el lugar aún no se ha concretado, aunque el presidente de la UFC, Dana White, dejó caer la semana pasada que sería en «Fight Island» en Abu Dhabi «si todo va de acuerdo a los planes».

Su rival además añade morbo al asunto. Nada menos que Dustin Poirier, el mismo al que ya derrotara en el primer asalto por un nocaut técnico en el UFC 178 (septiembre de 2014).

‘The Notorious’ volverá a la acción casi un año después de su última pelea -el 18 de enero de 2020- que acabó con una victoria sobre Donald Cerrone. El combate duró apenas 40 segundos y el irlandés ganó por nocaut. Se suponía que era una de las varias peleas que tenía planeadas para este año, pero la pandemia de coronavirus y los problemas con la UFC acabaron haciéndole tomar la decisión de retirarse. El pasado mes de junio, McGregor anunció su tercera retirada en los últimos cuatro años.

Unos minutos después de terminar la velada de UFC 250 en Las Vegas, el luchador irlandés lo anunció. «He decidido retirarme de la lucha. ¡Gracias a todos por los recuerdos increíbles! ¡Qué paseo ha sido! ¡Aquí hay una foto mía y de mi madre en Las Vegas publicando uno de mis títulos mundiales!», escribió McGregor en sus redes.