Aunque los expertos siempre recuerdan que la bolsa no es la economía real del país, en el mercado de valores asoman algunos de los brotes verdes que también se perciben en las calles de un país en el que gran parte de la población aún pasa trabajo para alimentarse.

La crisis económica que sacude al país desde hace años, la hiperinflación y las sanciones de Estados Unidos han empujado al gobierno del presidente Nicolás Maduro a acabar con restricciones y controles que caracterizaron al chavismo durante años.

Ya sin control de precios ni de cambio, hay un ambiente más amable para el sector privado y las transnacionales en un intento de atraer inversiones e ingresos para las arcas vacías del Estado.