Detrás de la mentira que planeó Yarlenys María C., sobre el supuesto robo de su bebé de 11 meses, que se habría dado en la avenida 8 con calle 2 del barrio El Callejón, en Cúcuta, están los inconformismos con su pareja sentimental y la consignación de 350 mil pesos que serían destinados para el viaje que ella, su esposo y su hija harían para Málaga (Santander).

Una vez se conoció el supuesto rapto de la niña, la conmoción se apoderó de los habitantes de esta zona de frontera, provocando que la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), taxistas y otra cantidad de personas se movilizaran por diferentes puntos de la ciudad, tratando de ubicar a la pequeña y a los presuntos delincuentes.

Yarlenys aseguró a las autoridades que ella se bajó de un vehículo del servicio público que la movilizó desde Puerto Santander, en los alrededores de la terminal de transporte de Cúcuta, cuando dos hombres en una moto le habrían quitado a la bebé de sus brazos.

De inmediato, la Mecuc, con sus unidades de inteligencia e investigación, y el Gaula, tenían la orden de encontrar a la pequeña, a como diera lugar. Empezaron a notar algunas inconsistencias en las declaraciones de la mujer. Además, los comerciantes de la zona, donde ella dijo que sucedió el hecho, aseguraron que no oyeron ni vieron ningún movimiento extraño, según lo descrito por la mamá de la niña.

Nadie podía creer que la mamá de una niña, a la que presuntamente habían secuestrado, se quedara callada, sin pedir auxilio ni alertar a las personas que estuvieran alrededor.

Las unidades del Gaula y de la Policía de Infancia y Adolescencia empezaron a armar el rompecabezas de la real historia. En algunos videos de las cámaras de seguridad de los establecimientos comerciales, los policías se percataron de que la mujer caminaba tranquilamente por la avenida 8, sin mostrar algún gesto que les indicara que estaba preocupada por su hija.

Cuando los investigadores indagaron con más precisión, la mamá de la menor no tuvo otra opción y confesó que todo era una mentira. La niña estaba, sana y salva, bajo el cuidado de la madrastra de Yarlenys, en El Vigía, estado Mérida, Venezuela, a dos horas de Puerto Santander, donde ella está viviendo.

La razón de toda esta situación obedeció a un inconformismo y una pelea entre la pareja, generando que la mujer decidiera mentirle a Benito Ch., el papá de su hija, para no irse con él. El padre de la niña le había enviado 350 mil pesos a la mujer para que viajara con la niña hacia Cúcuta y luego se trasladarían a Málaga (Santander), donde él trabaja en una mina de carbón.

Sin embargo, la propuesta no le gustó a la mujer. Alega que ella tiene dos hijos, además de la niña de 11 meses que tuvo con Benito.

El hombre le propuso que viajaran a Málaga, inicialmente con la niña, y cuando se estabilizaran, mandarían por los otros hijos de Cadena, pero eso desató una discusión, y ella indicó que su pareja protagonizó escenas de celos, y se le hizo fácil inventar la historia del robo de la bebé.

“Pido disculpas, no medí las consecuencias. Con una hija no se juega”, fueron las palabras de ella, en la Mecuc. La Mecuc le impuso un comparendo a Yarlenys, por alterar la convivencia y seguridad. Además fue trasladada a Migración Colombia para ser deportada a su país de origen.