Fallece la artista plástica Lía Bermúdez Cinthya Paez octubre 23, 2021 CIUDAD Lía Bermúdez moldeó la escena cultural de la capital zuliana como si de una de sus esculturas se tratase. Su casa era un punto de reunión de pintores, escritores e intelectuales El Zulia lamenta este viernes el fallecimiento de uno de sus iconos culturales, se trata de la artista plástica Lía Bermúdez. El deceso de Bermúdez, una de las tres escultoras venezolanas más importantes, lo dio a conocer la periodista Milagros Socorro quien detalló que la profesora jubilada de la Universidad del Zulia (LUZ) “murió en su casa, en Caracas, rodeada de su hijo José Rafael, su nuera Ana María Ferris, sus nietos y bisnietos”. Lía Bermúdez se acercó al arte de forma precoz. Con apenas trece años era la alumna más joven de la Escuela de Artes Plásticas de Caracas. Ahí convivió con grandes maestros de la época como: Carlos Cruz Diez, Francisco Narváez y Jesús Soto, la llamada generación de los disidentes que se alzó en contra de la pintura paisajista y vio en las intervenciones urbanas la posibilidad de llevar a las calles esculturas de gran formato, reseñó Globovisión. Si bien la escultora comulgó con estas propuestas pronto trazó su propio camino. No le interesó el cinetismo, pero experimentó con diversos materiales hasta descubrir el hierro, en el encontró un medio versátil que pronto transformó en el centro de su propuesta plástica. Las esculturas de esta artista siempre apuntan al cielo o están suspendidas en el aire. Desde formas aladas en la estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas, o las barras tubulares erigidas en la Plaza Baralt de Maracaibo y la Facultad de Humanidades de la Universidad del Zulia. Lía Bermúdez estaba retirada de la vida pública. Por motivos de salud tuvo que dejar su amada Maracaibo, ciudad que sin ser la suya se convirtió en una pasión para ella. A los 17 años ya casada con Rafael “Rafi” Bermúdez, Lía llega a Maracaibo por barco y se deja cautivar por la inmensidad del lago y la arquitectura local. Desde ese momento, quedó prendada de la cultura y valores zulianos, al punto de referirse a sí misma como “la caracucha”. Retomó su formación artística en la Escuela de Artes Plásticas Julio Árraga, bajo la dirección de su inseparable amigo Jesús Soto. Fue en las calientes tierras del estado Zulia que decidió abandonar la pintura plana, para dar vida alma y espíritu a sus esculturas de hierro que buscan las alturas. Es en Maracaibo donde se encuentra la mayoría de su obra urbana, informó Globovisión. En su nuevo entorno Bermúdez trabajó arduamente para dar continuidad a sus investigaciones sobre la geometría abstracta, enfrentándose a no pocas dificultades devenidas de una ciudad de provincia, donde a finales de la década de los 50 todavía predominaba el arte figurativo. En la Maracaibo de entonces habían pocos talleres de fundición, de manera que la artista tuvo que arreglárselas con equipos y espacios destinados a la mecánica. En Maracaibo también nacieron sus dos hijos, José Rafael y Bernardo Antonio Bermúdez. Durante su segundo parto Lía sufrió las consecuencias de una mala praxis médica. Ella estuvo una semana en coma y el niño desarrolló parálisis cerebral. Aunque estaba en silla de ruedas y apenas podía mover una de sus manos, Bernardo también fue tocado por el duende de la creación, don que utilizó para expresar su profunda fe en coloridos cuadros naif donde de alguna manera se refleja su visión optimista y resiliente de la vida. El artista falleció en 2009 a los 57 años. Si en su Caracas natal el nombre de Lía Bermúdez es prácticamente desconocido, los museos, teatros y galerías de la capital zuliana están marcados con su impronta. Como primera secretaria de cultura del Zulia, Bermúdez contribuyó a la creación del Centro de Bellas Artes de Maracaibo, la reapertura del Teatro Baralt, además de la recuperación del antiguo mercado principal para convertirlo en un espacio integral al servicio de todas las artes. Se trata del Centro de Arte de Maracaibo, Lía Bermúdez, (CAM-LB), que la artista dirigió desde su inauguración en noviembre de 1993 hasta 2015, cuando renunció a la dirección del centro por motivos de salud. Entonces, fue su colaborador y amigo Régulo Pachano quien asumió la gerencia de la institución. Tal vez la única tarea pendiente de Lía Bermúdez fue la creación del Museo Ecoturístico del Lago de Maracaibo, una institución pensada para preservar el valor cultural y ambiental de este recurso, reportó en 2019 Globovisión. Lía Bermúdez moldeó la escena cultural de la capital zuliana como si de una de sus esculturas se tratase. Su casa era un punto de reunión de pintores, escritores e intelectuales. En la galería Gaudí, expusieron los grandes maestros venezolanos: Jesús Soto, Armando Reverón y Carlos Cruz Diez, además de artistas internacionales, como el pintor cubano Wilfredo Lam. Además fue allí donde Soto escuchó hablar por primera del pintor ruso Kazimir Malévic, quien años después influenció su trabajo plástico.