La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso de medicamentos adelgazantes de la clase GLP-1 como parte del tratamiento a largo plazo para adultos con obesidad.

Las nuevas directrices, elaboradas por un comité de expertos, subrayan que estos fármacos como el semaglutide (Wegovy) y el tirzepatide (Zepbound) deben integrarse en un plan integral que incluya asesoramiento sobre alimentación saludable y actividad física. La recomendación es “condicional”, lo que significa que la OMS considera que sus beneficios superan los riesgos, aunque pide más evidencia sobre su seguridad y eficacia a largo plazo.

La OMS fue clara en señalar que “los medicamentos por sí solos no pueden resolver el problema mundial de la obesidad”, recordando la influencia de factores genéticos y ambientales. Además, destacó la urgente necesidad de precios más bajos para ampliar el acceso.

Actualmente, en Estados Unidos, estos tratamientos pueden superar los 1,000 dólares mensuales. En este contexto, se anunció una rebaja del 30% en el precio de Wegovy y un acuerdo del gobierno estadounidense con las farmacéuticas para reducir su costo para pacientes que pagan de su bolsillo o tienen cobertura de Medicare o Medicaid.

La OMS legitima el uso farmacológico contra la obesidad, pero pone el acento en la multimodalidad del tratamiento y en el desafío de hacerlo accesible a nivel global.