Brasil inició sus investigaciones este miércoles para capturar a una red traficantes de oro venezolano, donde circulaban alrededor de 1.200 millones de dólares.

El metal extraído de las minas ilegales era escondido en camiones de empresas contratadas para el contrabando, introduciéndose al país vecino para ser utilizado en compras de alimentos a supermercados y distribuidoras de productos.

La policía brasileña cumple dos órdenes de prisión preventiva y 40 más de búsqueda, contando con registros en regiones de Roraima y Amazonas, que bordean con Venezuela, así como en Brasilia y Goiás, se informó a través de un comunicado.

Los agentes aseguraron que los responsables sucumbían en tierras del pueblo indígena yanomami, que se extienden por partes de la Amazonía en la frontera entre Brasil y Venezuela.

Desde el 2019 hasta el 2022, durante el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, esta zona indígena fue ultrajada por más de 20 mil mineros ilegales.

Sin embargo, a principios del 2023, la Fuerza Armada brasileña fue desplegada a lo largo de las fronteras del Amazonas, donde se ha logrado reducir en un 78 % el área ocupada por la minería ilegal en este territorio, pasando de 999 hectáreas a 214, aseguró la semana pasada el actual presidente Lula da Silva.

En una segunda operación contra el contrabando de oro, los agentes cumplen este miércoles otras dos órdenes de prisión preventiva y 16 órdenes de búsqueda en ocho ciudades contra miembros de una supuesta red que enviaba el mineral a Europa y a los que se les embargó 5 mil 700 millones de reales.

El detonante fue la captura de una persona que transportaba 35 kilos de oro para entregárselos a dos norteamericanos con una empresa en Nueva York.

La policía informó que el detenido calentaba el oro con la ayuda de un austriaco naturalizado brasileño y que afirma tener 20.000 millones de reales en barras de oro.