El Reino Unido se convirtió el miércoles en el primer país del mundo que aprueba la vacuna de Pfizer/BioNTech, un paso «histórico» en la lucha contra el covid-19, que sigue batiendo récords de mortalidad en Estados Unidos.

El gobierno británico anunció que la vacuna, que cumple “estrictas normas de seguridad, calidad y eficacia”, estará disponible a partir de la próxima semana en el país más castigado de Europa con 59.000 muertes confirmadas por covid-19.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) británica aseguró que pese a la rapidez de su aprobación, esta se hizo respetando todos los protocolos y sin precipitación.

La luz verde del regulador británico es un “momento histórico”, según el presidente del laboratorio estadounidense Pfizer, Albert Bourla, que desarrolla este proyecto con el alemán BioNTech.

Esta es una noticia “fantástica”, tuiteó por su parte el primer ministro británico, Boris Johnson.

Su gobierno considera que el voto en favor de la salida de la Unión Europea, el Brexit, permitió al Reino Unido acelerar la aprobación de esta campaña de vacunación.

Por su parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) afirmó que dará su opinión el 29 de diciembre “a más tardar” sobre esta vacuna y el 12 de enero sobre la de su competidor estadounidense Moderna, ambas con una eficacia cercana al 95%.»

El ejemplo británico pareció espolear a otros, como al presidente ruso Vladimir Putin, que pidió a las autoridades sanitarias de su país el inicio de una campaña de vacunación “a gran escala” la semana que viene.

La vacuna rusa Sputnik V se encuentra en la tercera y última fase de ensayos clínicos con 40.000 voluntarios. Sus creadores afirman que es eficaz al 95%.

Al otro lado del Atlántico, Pfizer/BioNTech espera la aprobación en breve de las autoridades estadounidenses, que el lunes también prevén darle luz verde a la vacuna de la competidora Moderna.

Si ambas son autorizadas, podrían estar disponibles ya este mes en Estados Unidos, el país con el mayor número de fallecidos en la pandemia: más de 270.000. El martes registró 2.500 muertes en 24 horas, un máximo desde finales de abril.

La vacunación se dirigirá en primer lugar a los profesionales de la salud y a las residencias de ancianos, según recomendó un comité asesor.

Las residencias de ancianos en Estados Unidos representaron hasta ahora el 40% de los decesos.

Por su parte, Japón aprobó el miércoles un proyecto de ley para proporcionar vacunas gratuitas a sus 126 millones de habitantes.

Italia también anunció que la campaña de vacunación contra el coronavirus será gratuita.

La carrera por lograr tratamientos de todo tipo puede provocar fraudes, advirtió la Interpol, que pidió extremae la vigilancia ante “la falsificación, el robo o la promoción ilegal de vacunas”.

En todo el mundo, la pandemia ha provocado más de 1,4 millones de muertos y cerca de 64 millones de contagios. Europa, con mas de 420.000 muertos y 18 millones de contagios, parece haber dejado atrás el pico de la segunda ola y algunos países suavizan sus restricciones.

El miércoles, Inglaterra pasó de su segundo confinamiento a un sistema de restricciones locales basado en tres niveles de alerta en función de la gravedad de la epidemia por zonas.

Para alivio de comerciantes y compradores en el periodo previo a Navidad, pudieron reabrir todas las tiendas, además de los servicios religiosos y los centros deportivos.

Pero en la mayoría del país está prohibido reunirse con familiares y amigos en interiores, y en las zonas más afectadas bares y restaurantes sólo pueden vender comida para llevar.

También en Bélgica pudieron reabrir los comercios, aunque sigue vigente un confinamiento parcial. Símbolo de la relajación en Francia, la Torre Eiffel reabrirá al público el 16 de diciembre.

En América Latina y el Caribe, donde ya hay 450.000 fallecidos y más de 13 millones de contagios, Uruguay, uno de los países menos afectados por la pandemia, anunció nuevas medidas de restricción ante un sostenido aumento de casos, entre ellas el teletrabajo, la cancelación de deportes en espacios cerrados y el cierre de bares y restaurantes a medianoche.

Uruguay ha registrado algo más de 5.000 casos y menos de 80 fallecidos en una población total de 3,4 millones de habitantes.

Además de las consecuencias humanas, la pandemia ha hecho a los pobres aún más pobres. En Brasil, por ejemplo, uno de los países con mayores desigualdades del mundo y también uno de los más castigados por la pandemia, 67 millones de ciudadanos (sobre un total de 212 millones) se han beneficiado de una ayuda financiera de emergencia, de entre 50 y 110 dólares al mes, y temen el momento en que este apoyo económico termine, en teoría a finales de año.

Si la ayuda cesa, “no voy a vivir, voy a sobrevivir”, dice Jaira Andrade do Nascimento, de 37 años, en un campamento ilegal a las afueras de Salvador, al nordeste del país.

La pandemia hizo caer los salarios en todo el mundo durante el primer semestre de 2020 y se espera que “una muy fuerte presión a la baja” adicional en un futuro cercano, aseguró la Organización Internacional del Trabajo