Trinidad y Tobago anunció este viernes que no participará en ninguna votación de la OEA hasta que se reincorpore al representante del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y se destituya al delegado del líder opositor Juan Guaidó, quien denunció al Gobierno trinitense por el naufragio que dejó al menos 28 venezolanos muertos.

«Asistimos a las reuniones, pero no votamos sobre ninguna resolución ni apoyamos ninguna resolución hasta que las personas que están sentadas allí representando a los países sean las adecuadas», dijo el primer ministro, Keith Rowley.

Las declaraciones de Rowley tienen lugar en medio de la crisis por la muerte de al menos 28 venezolanos en un naufragio cuando trataban de llegar a Trinidad y Tobago, una cifra que sacó a la luz una de las rutas de migración más desconocidas y duras, mientras se multiplican las denuncias contra los dos países.

El naufragio se produjo el pasado sábado, aunque las primeras noticias, todavía confusas, comenzaron a llegar en la madrugada del domingo a través de las denuncias del político opositor David Smolansky, nombrado comisionado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por el líder opositor Juan Guaidó, quien es reconocido como mandatario interino por unos 50 países.

El mismo domingo, Smolansky también denunció que Trinidad y Tobago violó «el principio de no devolución» de los migrantes, si bien no se ha confirmado hasta el momento si los 28 fallecidos habían sido deportados y el naufragio se produjo cuando retornaban o fallecieron en el trayecto de ida a la isla.

En una conferencia de prensa, Rowley mostró también hoy su desacuerdo por declaraciones similares del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre la situación.

«Llamamos a los Gobiernos de la región a admitir a las personas que huyen de la dictadura en Venezuela buscando refugio, en cumplimiento del principio de no devolución y el derecho internacional», señaló Almagro en Twitter el pasado domingo, al referirse al naufragio.

El primer ministro trinitense dijo esta semana que se ha impulsado una «narrativa falsa» de que los venezolanos llegaron a la isla de Trinidad, pero que fueron rechazados, la supuesta razón por la que se ahogaron en aguas de la costa de Venezuela.

«Esta es su mentira», subrayó en un declaración tras el naufragio, tras matizar que la Guardia Costera de Trinidad y Tobago nunca vio ni interactuó con el grupo de venezolanos.

Rowley se sentará como presidente de Comunidad del Caribe (Caricom) en enero, pero recalcó que no necesita la fuerza conjunta de los otros miembros regionales para oponerse al liderazgo actual de la OEA.

Este no es el primer enfrentamiento de Rowley con la OEA por la situación de Venezuela, pues en 2017 pidió la destitución de Almagro.