Gracias a un nuevo estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (Ucla), Estados Unidos y auspiciado por el Dr. Jason Hinman, se dio a conocer que un análisis de sangre podría permitir a médicos conocer que tan propensa es una persona a sufrir un accidente cerebrovascular o deterioro cognitivo durante su vida.

Dicho estudio publicado en la revista Stroke, sugirió que medir las concentraciones de moléculas inflamatorias en la sangre podría permitir a los médicos calcular una puntuación de riesgos de susceptibilidad a la enfermedad de los pequeños vasos cerebrales, ya que este es un signo común de los accidentes cerebrovasculares y por ende contribuye al deterioro cognitivo, siendo esto más frecuente en adultos mayores.

Para ello, el estudio se basó en una red biológicamente conectada de moléculas inflamatorias conocida como red de interleucina-18 o IL-18, que incluye proteínas y moléculas de señalización utilizadas para combatir infecciones.

En la actualidad, la única forma de medir el riesgo que una persona tiene a sufrir este tipo de enfermedades, es a través de imágenes como resonancias, antecedentes familiares, variables demográficas y otras evaluaciones de factores de riesgo, señaló el autor principal del estudio, el doctor Jason Hinman de la UCLA.

Sin embargo, ante la inexistencia de un instrumento para medir el riesgo de un posible accidente de este tipo, Hinman sostiene “de la misma forma que uno usa las pruebas de colesterol, para evaluar el riesgo de un posible ataque cardíaco, no tenemos algo así para determinar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular”, “creo que podemos hacerlo con un simple examen de sangreya que permite un acceso más amplio y al mejor nivel de atención”.

De esta manera, para el desarrollo del estudio fueron utilizadas muestras de sangre e historiales médicos de residentes de la ciudad de Framingham, Massachusetts, con un saldo de 2.200 participantes, de los cuales gracias a los resultados se conoció que en el 25% superior tenían un 84% de posibilidad de sufrir un derrame cerebral en su vida. En línea general las puntuaciones de riesgo elevadas se asociaron con un aumento de 51% en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y arrojaron a manera de contraste un resultado de predicción diagnostica a diferencia de las evaluaciones de riesgo ya conocidas.

Finalmente, luego de que se conocieran los resultados, Hinman ratificó el estar interesado en la elaboración de estas nuevas técnicas a fin de evitar este tipo de enfermedades y conocer las señales de alerta que podrían conocerse con anterioridad.

“Eso es lo que todos estamos interesados en hacer, prevenir un derrame cerebral incluso antes de que ocurra”, concluyó el autor principal del estudio.