Un niño de 11 años moribundo sobrevive hasta identificar al hombre que lo acribilló junto a su familia Camila Rubio febrero 5, 2021 SUCESOS Un niño de 11 años herido mortalmente el pasado sábado en su casa de Saint Paul (Minesota, EE.UU.) en un tiroteo que acabó también con la vida de su madre y su hermana sobrevivió hasta la llegada de la Policía y les indicó el nombre del autor de los disparos, informan medios locales. Los efectivos llegaron al lugar tras responder a una llamada de emergencia y encontraron los cuerpos sin vida de D’Zondria Wallace, de 30 años, y de su hija de 14, La’Porsha, que recibieron dos y diez balazos, respectivamente. Además, en la vivienda se encontraba Ja’Corbie, hijo menor de Wallace, quien agonizaba tras ser alcanzado por dos balas por la espalda. Al ser preguntado por los oficiales, el pequeño alcanzó a decirles que el autor del tiroteo fue un hombre llamado «Keith«, a quien describió como el novio de su madre. Tres horas más tarde, falleció en el hospital. Con ayuda de este testimonio y de las cintas de seguridad de un vecino —que registraron cómo un hombre luciendo ropa oscura huía de la escena del crimen aproximadamente media hora antes del descubrimiento de los cadáveres—, los agentes identificaron al sospechoso como TeKeith Jones, de 26 años, quien fue arrestado un día después por un equipo de SWAT. Según contó un sobrino de Wallace a los investigadores, el detenido ya había tratado a la mujer de forma violenta e incluso llegó a dispararle, aunque sin dar en el blanco, en diciembre último. Además, indicó que el hombre solía siempre llevar una pistola semiautomática con un cargador extendido y que había comenzado una nueva relación desde el pasado 10 de enero. Jones inicialmente negó ser el asesino y culpó a los responsables de matar a su hermano unos meses antes, momento desde el cual confesó que portaba un arma como medida de protección. Sin embargo, tras una serie de confusas declaraciones en las que aseguró que estaba «atravesando una experiencia de vida que no comprendía», confesó haber matado a Wallace y sus dos hijos para que, según explicó, no tuvieran que pasar por su misma experiencia. «Demonios, sí. Los salvé, pueden ir allí arriba y ser santos«, declaró. El martes, Jones compareció por primera vez ante una corte y fue imputado de triple asesinato en segundo grado, que, según la ley local, es aquel que fue cometido de manera intencional pero sin premeditación.