El presidente, Joe Biden, mantuvo este lunes su primera reunión con el líder chino, Xi Jinping, un encuentro de tres horas durante la cumbre del G-20 que se celebra en Bali (Indonesia), tras el cuál aseguró que «en absoluto» cree que «deba haber una nueva Guerra Fría»; descartó que China planee un «intento inminente» de invadir Taiwán; y subrayó que ambos países son consciente de que “una guerra nuclear nunca debe ser librada” y no puede ser ganada, y rechazan la amenaza rusa de usar armas atómicas contra Ucrania.

“Como líderes», dijo Biden, «compartimos la responsabilidad, en mi opinión, de demostrar que China y Estados Unidos pueden gestionar sus diferencias, evitar que su rivalidad lleve a un conflicto, y encontrar formas de trabajar juntos en cuestiones globales urgentes que requieren cooperación mutua”.

En ese sentido, ambos mandatarios, que iniciaron su encuentro con un apretón de manos, acordaron abrir cauces de comunicación regular sobre varios temas, desde los esfuerzos contra la emergencia climática o mantener la estabilidad financiera, hasta la lucha contra el hambre en el mundo, según informó la agencia de noticias The Associated Press.