¿Biden podría ganar? ¿Trump todavía se puede reelegir? Sí y acá te contamos lo que puede pasar Cinthya Paez noviembre 4, 2020 POLÍTICA El presidente actual logró cerrar varias vías para una victoria temprana de Biden, pero el exvicepresidente todavía cuenta con varias opciones. Al inicio de la noche electoral, Joseph R. Biden Jr. tenía muchos caminos para conseguir 270 votos electorales, pero el miércoles por la mañana el presidente Trump había ganado Florida, Ohio y Texas y se encontraba a una sorprendente distancia de ganar Carolina del Norte. Aunque el número de escenarios ganadores para Biden disminuyó el martes 3 de noviembre, también es cierto que fue el exvicepresidente, y no el presidente, quien estuvo a la ofensiva el miércoles temprano en estados como Michigan, Wisconsin yPensilvania, la otrora “muralla azul” de los demócratas. Gracias al gran esfuerzo que hizo antes de las elecciones fomentó la votación por correo y la votación anticipada. Biden estaba rezagado en esos tres estados, en Pensilvania por alrededor de 700.000 votos, cuando muchos estadounidenses se fueron a dormir la noche de las elecciones. Pero aún quedaban muchas boletas por contar, y se esperaba que el voto en ausencia favoreciera a Biden porque muchos electores demócratas votaron por correo durante la pandemia del coronavirus. Aunque la victoria estaba lejos de ser segura el miércoles por la mañana, esos estados comenzaron a revivir para el candidato demócrata, uno por uno. Alrededor de las 9:10 a. m., hora del Este, Biden lideraba en suficientes estados que, si los ganaba, le darían los 270 votos electorales. De la noche a la mañana, el exvicepresidente logró una estrecha ventaja en Wisconsin después de que se contaron los votos en ausencia de las ciudades de Milwaukee y Green Bay. Para el miércoles por la mañana, había borrado el liderazgo de Trump en Michigan y quedaban muchos más votos por contar en el condado de Wayne, en gran parte demócrata y que incluye a Detroit. Y los funcionarios de Pensilvania predijeron un escenario similar en su estado. Estas son las vías principales que todavía le quedan a Biden, así como a Trump, para ganar la elección. Los escenarios para el candidato demócrata asumen que gana en Nevada, un estado demócrata donde tiene una ventaja muy reducida. Un camino requiere que Biden gane en Arizona y Georgia, estados del Cinturón del Sol en los que parece competitivo porque aún faltan decenas de miles de votos por contar. Biden tiene ventaja en Arizona y una victoria ahí le quitaría la presión de tener que ganar en todos los estados de la muralla azul. Puede permitirse perder Pensilvania si gana en Arizona, Michigan y Wisconsin. Si Biden resulta victorioso en Georgia y Arizona puede conseguir los 270 votos electorales y, al mismo tiempo, perder Pensilvania, Michigan y Wisconsin. O podría convertirse en presidente simplemente si recupera Michigan, Wisconsin y Pensilvania. En Georgia, donde Trump tiene una pequeña ventaja con alrededor del 92 por ciento de los votos contados, una filtración en las tuberías de un centro de procesamiento en la zona central del estado retrasó la tabulación de algunas boletas correspondientes a Atlanta y sus condados suburbanos, que se consideran baluartes de los demócratas. Aproximadamente el 20 por ciento del voto seguía sin reportarse a las 6:00 a. m. del miércoles en el condado DeKalb, un suburbio fuertemente demócrata en Atlanta. “El camino de Joe Biden sigue sin modificarse, en gran medida, desde que ingresó a la contienda”, dijo el miércoles temprano Guy Cecil, presidente de Priorities USA, uno de los principales comités de acción política de los demócratas. “Todavía quedan al menos cinco estados competitivos que le dan varios caminos para conseguir 270. Es posible que contar los votos tome un par de días, y puede que tengamos que luchar con la campaña de Trump en la corte, pero Joe Biden sigue siendo el favorito”. Biden, en una aparición breve frente a sus partidarios en Wilmington, Delaware, muy temprano el miércoles, dijo que “se sentía muy bien por Wisconsin y Michigan” y predijo una victoria en Pensilvania, un frente de batalla que es notable por la lentitud de su conteo de votos.