La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, evitó confirmar posibles ataques contra instalaciones militares venezolanas y remarcó que corresponde al presidente Donald Trump fijar cualquier decisión sobre acciones militares.

La funcionaria reiteró que, según Washington, el gobierno de Nicolás Maduro no es legítimo y lo calificó de «cartel narco-terrorista», destacando que Maduro enfrenta acusaciones en Estados Unidos por tráfico de drogas.

Estas declaraciones se producen en un contexto de alta tensión entre ambos países. Recientemente, EE. UU. duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Maduro, tras declarar al denominado cartel de los Soles como organización terrorista. Además, Trump ordenó el despliegue de buques de guerra en el sur del mar Caribe frente a las costas venezolanas.

Por su parte, Colombia aclaró que Washington no tiene intenciones de invadir Venezuela, pese a la movilización naval en aguas internacionales del Caribe. Desde Caracas, la misión permanente de Venezuela ante la ONU denunció que estas acciones representan «una grave amenaza a la paz y la seguridad regional», y que violan el Tratado de Tlatelolco, que declaró a América Latina y el Caribe zonas libres de armas nucleares.