Demolido con una explosión controlada el edificio de Miami que colapsó hace 11 días Camila Rubio julio 5, 2021 MUNDO Los restos del edificio Champlain Towers South, en la localidad de Surfside (próxima a Miami, Florida), han sido demolidos este domingo por la noche. El derrumbe se provocó sobre las 22.30 hora local (las 04.30 en la España peninsular) tras haber sido anunciado por parte de las autoridades. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, declaró esta noche que una vez que se estableciera que el área era segura tras la implosión, los equipos de búsqueda y rescate retomarían el trabajo para lograr identificar a los desaparecidos bajo el enorme montón de escombros. Mientras esto sucedía, el huracán Elsa bajaba de categoría y se convertía en tormenta tropical, azotando a su paso Cuba y dejando tres muertos en otras islas del Caribe. La cifra de víctimas mortales por el derrumbe del inmueble sigue manteniéndose en 24 muertos y 121 desaparecidos. La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava La alcaldesa Levine Cava había informado de la apremiante necesidad de proceder con el desplome. “Nuestra principal prioridad es que el edificio se derribe lo antes posible, sin importar a qué hora ocurra y que suceda de la manera más segura posible”, declaró la alcaldesa, en una rueda de prensa este domingo. “Derribar este edificio de manera controlada es fundamental para ampliar el alcance de nuestro esfuerzo de búsqueda y rescate”, puntualizó Levine. Desde que el pasado jueves 24 de junio se derrumbara de madrugada el edificio de 12 plantas en la localidad de Surfside, los servicios de rescate no han parado de trabajar y solo han interrumpido las labores de búsqueda en alguna ocasión debido a las fuertes lluvias de esta temporada. Con la amenaza de Elsa a punto de impactar sobre Florida, este fin de semana se decidía que había llegado la hora de demoler la parte del edificio que quedaba en pie. La regidora calificó el método usado para la demolición como “una caída energética”, en la que se utilizan explosivos colocados estratégicamente y se usa la gravedad como fuerza para que el inmueble caiga sobre sí mismo. El derrumbe estaba planeado para que solo afectara al área inmediata alrededor de la construcción, pero aun así se pidió a los vecinos más cercanos permanecer en el interior de sus hogares como medida de precaución ante la gran avalancha de polvo que iba a ocurrir. Por su parte, el alcalde de Surfside, Charles Burkett, declaraba en el programa dominical de CBS Face the Nation que se seguía trabajando con el único objetivo de practicar labores de rescate. Burkett quiso dejar muy claro que nadie dentro de la cadena de mando estuviera considerando detener el rescate. “El rescate, al menos por mi parte, continuará hasta que todos y cada uno de los desaparecidos sean desenterrados de los escombros”. Las autoridades se han visto obligadas a tomar una decisión dolorosa, ya que querían minimizar lo máximo posible las interrupciones en la búsqueda de víctimas para que sus familiares puedan saber qué ha sido de sus seres queridos y a la vez proteger a las cuadrillas de trabajo del peligro que supone rastrear la inmensa pila de escombros y metal. Tanto los supervivientes como las familias de los desaparecidos fueron informados del plan de demolición por la alcaldesa Levine Cava, que declaró que todos ellos entendían la situación. “Aunque por supuesto, todo el mundo está devastado”, dijo la regidora. Sabiendo que se corría contra reloj, varios propietarios difundieron una petición online en la que exigían que sus mascotas fueran sacadas de las viviendas antes de tirar abajo el inmueble. Levine Cava aseguró que comprendía la inquietud por los animales de compañía, pero aseguró que los equipos de rescate no habían logrado identificar a ningún ser vivo dentro de la frágil estructura. Según informa este domingo el diario The Washington Post, el derribo fue llevado a cabo por una empresa de Maryland que tiene en su haber un importante récord de demoliciones de construcciones importantes. Entre ellas se encuentra la demolición, el pasado febrero, del Trump Plaza Hotel y Casino de Atlantic City.