La policía brasileña detuvo este martes a la supervisora de un supermercado Carrefour en Porto Alegre (sur), como presunta “coautora” de la brutal muerte de un hombre negro que recibió una golpiza por parte de dos vigilantes del local el jueves pasado.

“Ella tenía autoridad sobre los dos vigilantes. Por tener una posición determinante, la ley la contempla como coautora del homicidio. Se solicitó su prisión temporal”, dijo en conferencia de prensa la investigadora Vanessa Pitrez de la Policía Civil, citada por el portal de noticias UOL.

La supervisora Adriana Alves Dutra aparece junto a los dos vigilantes cuando éstos someten a Joao Batista Rodrigues Freitas en el estacionamiento de Carrefour, donde le dan una golpiza hasta matarlo, según un impactante video difundido en los medios. Ambos guardias están detenidos.

La funcionaria, que también fue vista grabando el hecho, habría mentido en su primer testimonio a los investigadores, al decir que no escuchó cuando la víctima pidió ayuda y que uno de los vigilantes era un policía cliente del supermercado, ocultando que trabajaba en Carrefour.

“Ayúdenme”, se escucha decir a Joao en el video mientras era reducido, cuando la supervisora se hallaba a pocos pasos de la escena. “Me duele, me estoy muriendo”, agregó el hombre de 40 años, que falleció la víspera del Día de la Conciencia Negra, una efeméride que se celebra en gran parte de Brasil.

Alves Dutra, según extractos de su testimonio difundido por el canal Globo, dijo que pidió varias veces a los vigilantes que soltaran a Joao. Sin embargo, en partes del video se la ve advirtiéndole de que debe calmarse para ser liberado o diciéndole que no lo soltarán hasta que llegue la policía.

La comisaria Roberta Bertoldo indicó que la supervisora dio “declaraciones contradictorias”“Queda hasta el final de la investigación comprobar si esas contradicciones fueron motivadas por algo que se quería encubrir o no”.

El crimen provocó movilizaciones en varias ciudades. El lunes una marcha en Porto Alegre concluyó en choques entre un grupo de manifestantes y la policía frente a una sucursal de Carrefour, una cadena francesa.

Tras registrar pérdidas en sus acciones el lunes, Carrefour anunció la creación de un fondo de 25 millones de reales (unos 4,8 millones de dólares) para promover acciones contra el racismo en Brasil.

Ese mismo día, 12 empresas proveedoras de Carrefour, entre ellas gigantes como Coca Cola, Danone, Pepsico, Heineken, JBS, General Mills, Kellogg’s, L’Oréal o Nestlé, anunciaron una coalición que se propone tomar iniciativas “para combatir el racismo estructural” en un país que fue el último de las Américas en abolir la esclavitud, en 1888.