Discoteca al aire libre en Barcelona para reclamar la reapertura de sitios nocturnos. Camila Rubio noviembre 23, 2020 MUNDO Escenario con luces, un DJ pinchando música, animadores con zancos y ropa estrambótica y decenas de personas bailando con mascarilla… Con una sesión de discoteca al aire libre, el sector del ocio nocturno de Barcelona reclamó este sábado su reapertura. Sin poder funcionar desde mediados de julio en esta ciudad española, conocida por su fiesta entre los jóvenes europeos, los empresarios del sector impulsaron esta protesta para enseñar cómo podrían funcionar manteniendo las medidas de seguridad por el virus. En esta discoteca improvisada en la céntrica plaza Cataluña, los asistentes debían someterse a un control de temperatura y lavarse las manos con gel antes de acceder al recinto vallado. Y en la pista de baile, animada por un grupo de bailarines profesionales, había marcadas unas cuadrículas asignadas a cada uno de los grupos, que debían limitar sus movimientos a ese espacio. La fiesta se alargó unas dos horas a ritmo de conocidos temas como ‘It’s raining men’ o la banda sonora del musical Grease que hicieron bailar también a los transeúntes que paseaban por las afueras del recinto. La imagen es inédita en esta ciudad desde hace más de cuatro meses cuando, en un intento de frenar los contagios de coronavirus, el gobierno regional de Cataluña decretó el cierre del ocio nocturno, una medida expandida a toda España a mediados de agosto. Las múltiples restricciones acordadas en el país, como un toque de queda nocturno o el cierre perimetral de numerosas regiones, permitieron frenar la expansión del virus y la flexibilización de algunas medidas. El lunes, por ejemplo, los bares y restaurantes de Barcelona podrán reabrir tras un mes cerrados, pero el sector de la noche sigue sin fecha para retomar su actividad mientras reclama apoyo económico. «España será un país sin Bares ni Discotecas si no hay ayudas directa», señalaba recientemente la asociación empresarial España de Noche. Según la patronal del ocio nocturno de la región de Cataluña, el sector ha perdido 4.000 millones de euros (unos 4.750 millones de dólares) desde marzo por el cierre de su actividad, «lo que comportará el cierre definitivo de miles de negocios».