El viernes estallaron nuevas protestas en Bangladesh, con el resultado de dos muertos y más de 100 heridos. Estos últimos disturbios se producen tras un violento mes en el que más de 200 personas murieron durante las manifestaciones contra las controvertidas reformas del sistema de cuotas de empleo.

Más de 2.000 manifestantes se congregaron en algunas zonas de la capital, Dhaka, para protestar contra el Gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina. Coreando eslóganes como «abajo el autócrata», exigieron justicia para las víctimas. En el barrio de Uttara, se produjeron enfrentamientos entre la policía y los estudiantes, y las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para dispersar a los manifestantes que arrojaban piedras.

En Khulna, distrito del suroeste del país, la Policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma, hiriendo a 50 personas. Según el ‘Daily Star’, con sede en Dhaka, un Policía murió tras ser atacado por manifestantes.

En Habiganj, distrito del noreste, un incendio provocado en una oficina local del partido gobernante, la Liga Awami, causó la muerte de un electricista y heridas a otras 50 personas. El electricista, que se encontraba en la ciudad para comprar zapatos, fue alcanzado por una bala en la cabeza, informó el periódico.

En Chattogram, ciudad del sureste del país, unos 1.000 manifestantes marcharon tras la oración del viernes e incendiaron un puesto de vigilancia policial situado junto a la carretera, según el informe.

Lo que empezaron siendo protestas pacíficas de estudiantes contra el sistema de cuotas de empleo del gobierno se ha convertido en un importante desafío a los 15 años de gobierno de Hasina. Las manifestaciones no muestran signos de apaciguarse, lo que supone una rebelión sin precedentes contra la postura de la primera ministra.