El Gobierno de Estados Unidos comenzará a cobrar una tarifa de 1.000 dólares a los nuevos beneficiarios del parole, un permiso temporal de residencia que se otorga por razones humanitarias urgentes. La medida, que entra en vigor este jueves, fue confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

El cobro aplicará a todos los extranjeros que obtengan un permiso de permanencia temporal en el país y no estén cubiertos por alguna excepción.

Entre las exenciones figuran los casos de emergencias médicas, asistencia a funerales o cuando el DHS determine que la concesión del permiso representa un “beneficio público significativo”, por ejemplo, para quienes colaboren con las autoridades estadounidenses en asuntos de aplicación de la ley.

De acuerdo con el comunicado, si el beneficiario no realiza el pago correspondiente, su permiso podrá ser cancelado, incluso si ya se encuentra dentro del territorio estadounidense.

La tarifa fue incluida en la iniciativa legislativa “One Big Beautiful Bill”, promovida por el presidente Donald Trump desde julio, como parte de su agenda migratoria más restrictiva. La Administración también busca revertir programas de parole creados para ciudadanos de Haití, Nicaragua y Venezuela, aumentando el riesgo de deportación de miles de migrantes.