El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas (2012-2018) tendrá que continuar en la cárcel de máxima seguridad conocida como «La Roca», luego que le fuera denegada este 8 de julio su solicitud de un recurso de «habeas corpus», con el cual buscaba su excarcelación.

Tras conocerse el fallo, el equipo internacional de defensa del exvicepresidente, el bufete Juscogens, calificó de injusto que se haya rechazado este recurso a Glas mediante una resolución que calificó de «carente de fundamentación jurídica suficiente».

El equipo defensor alegó que las afirmaciones del Gobierno ecuatoriano son inexactas y buscan minimizar la gravedad del estado de salud del ex vicemandatario, quien permanece en la cárcel de máxima seguridad desde abril de este año, tras ser capturado por la fuerza pública ecuatoriana al interior de la embajada de México en Quito.

Según trascendió, el exfuncionario, quien ya tuvo un intento de suicidio en la cárcel desde abril a la fecha, fue diagnosticado con un episodio depresivo grave, con síntomas psicóticos.

El abogado Andrés Villegas señaló que su cliente tiene ideas suicidas porque no le interesa vivir y que ha decidido darse dos meses de vida si no pasa nada .

Por su parte, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) señaló que Glas recibió 79 atenciones médicas y, de esas, dos para el área de Psiquiatría.

El recluso indicó que en «La Roca» no existe un médico de planta, sino que realiza una visita una vez por semana.Además, pidió que se le permita permanecer más tiempo en el patio, ya que al momento solo cuenta para ello 30 minutos cada tres días. También ratificó que en su celda hay ratas que lo han mordido varias veces y que en los tres meses que lleva privado de su libertad no recibió la alimentación recomendada por la nutricionista.

El pasado 4 de julio, el Movimiento de la Revolución Ciudadana (RC, izquierda), a cuál pertenece Glas, anunció la creación del Comité Internacional por la Libertad del exvicepresidente, cuya primera acción fue presentar una solicitud a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para la ampliación de medidas cautelares en favor del exvicemandatario ecuatoriano.

Glas fue condenado por dos casos de corrupción y actualmente se le procesa por un tercero, aunque se ha declarado inocente y ha denunciado persecución política por su afiliación al movimiento político del expresidente Rafael Correa (2007-2017).