El mayordomo de Pablo Escobar y su lucha legal para quedarse con la finca de su jefe. Camila Rubio noviembre 13, 2020 MUNDO El trabajador llegó a la hacienda en 1991, cuando había una intensa búsqueda del capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar. Como nadie de la familia volvió a la finca, él se quedó e incluso montó un campo de paintball y un restaurante, a pesar de que la hacienda ya pertenecía legalmente al Estado. El empleaddo era William Duque, y llegó a la finca La Manuela en 1991 para trabajar como jardinero. El predio, ubicado al borde del embalse de El Peñol (Antioquia) era una de las muchas propiedades de su jefe Pablo Escobar. Pronto Duque terminó siendo mayordomo, pero su llegada coincidió con la entrega del capo a las autoridades para recluirse en la cárcel en Envigado y con su posterior fuga. Y, mientras ocurría toda la persecución, Duque permaneció en la hacienda, hasta que demandó 20 años después, asegurando debían reconocerlo como propietario. La Corte Suprema negó sus pretensiones. De acuerdo con El Espectador la demanda se basaba en la “prescripción adquisitiva”, que implica que, si una persona ha vivido en un bien por más de dos décadas, aún sin que las escrituras estén a su nombre, podría exigir que lo reconozcan como propietario. Como desde 1991 se arreció la búsqueda de Escobar por cielo y tierra hasta su muerte, en Medellín, en diciembre de 1993, nadie de la familia volvió a La Manuela. De hecho, Victoria Eugenia Henao, viuda del capo y a quien Duque reconocía como su jefe, no volvió a contactarlo, pues se exilió en Argentina con sus dos hijos. El caso llegó hasta la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, que describió así las condiciones con las que Duque comenzó a comportarse como propietario: “Instaló carteles con anuncios de ‘propiedad privada’ y cercas de alambre de púas. Aunque dejó intacta la casa principal (ahora en ruinas), mejoró la vivienda del servicio, convirtió las caballerizas en habitaciones, cuidó de las especies arbóreas, y realizó el mantenimiento al alumbrado y los senderos”. Además, alquiló una parte del terreno para hacer un campo de paintball y pistas de motocross; y en otra instaló un restaurante.