Uno de los grandes sueños de la humanidad es poder viajar en el tiempo. Incontables veces la literatura y el cine lo han puesto en práctica, pero el principal inconveniente para que se hagan realidad es lo que en ciencia se llama paradojas. 

El clásico ejemplo de las paradojas es la llamada ‘paradoja del abuelo’: una persona viaja en el tiempo y mata a su abuelo antes de que éste tuviera hijos. Pero si lo hace, entonces el viajero temporal nunca podría haber nacido y por lo tanto, nunca habría viajado.

Pero ahora, como publica la BBC, dos investigadores australianos han hallado una fórmula para sortear estas paradojas.

Estos matemáticos han analizado cómo se comporta la dinámica de un cuerpo, es decir, su movimiento en el espacio-tiempo, al entrar en una curva de viaje al pasado.

Para ello crearon un modelo matemático a través del cual un ‘agente’ que entra en un bucle de viaje al pasado, puede elegir distintos caminos sin que se altere el resultado de sus acciones.

Su fórmula muestra que varios agentes pueden comunicarse en el pasado y el presente, sin relación causa efecto.

«Los eventos se ajustan a sí mismos, de manera que siempre habrá una única solución consistente«, declaró Germain Tobar, estudiante de física en la Universidad de Queensland y autor del estudio, que estuvo supervisado por el profesor Fabio Costa, filósofo y físico teórico.

Según esta teoría, uno podría entonces viajar al pasado y, hiciera lo que hiciera, sus acciones no cambiarían nada.

Los sucesos se recalibrarían para evitar cualquier paradoja y llegar siempre al mismo resultado.

La mala noticia de todo esto es que esta fórmula solo puede aplicarse en el plano abstracto, por lo que los viajes en el tiempo seguirán siendo cosa de la ficción.