Despojado de toda protección legal de la que gozó en España durante décadas, alejado de la vida política pero inmerso en escándalos que afloran sobre presunta corrupción e infidelidades, este jueves el rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, recibió un duro revés judicial ante la justicia británica en una demanda por acoso presentada por su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

La defensa del exmonarca aseguró en diciembre ante la Alta Corte de Justicia de Londres que gozaba de inmunidad en su calidad de «miembro de la familia real española».

Su abogado, Daniel Bethlehem, argumentó que, en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978, el rey emérito no podía ser juzgado por los tribunales británicos y cualquier acusación en su contra debía presentarse ante la justicia española.

Pero el juez Matthew Nicklin rechazó el pedido argumentando que «cualquiera que sea el estatus del acusado en la ley y la constitución española, ya no es ‘soberano’ o ‘jefe de estado’ con inmunidad personal».

Además, «la reclamación de la demandante se basa en una conducta de acoso» y «tales actos no entran dentro de la esfera de la actividad gubernamental o soberana».

Esto permite que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, también conocida por su nombre de soltera Corinna Larsen, siga adelante con su demanda civil.

La próxima audiencia está prevista para el 29 de marzo.

¿De qué acusan al rey emérito de España?

Robin Rathmell, abogado de la demandante, afirma que el fallo del alto tribunal londinense «demuestra que el acusado no puede esconderse detrás de ninguna posición, poder o privilegio para evitar esta causa».

«Este es el primer paso en el camino hacia la justicia; los espantosos hechos de este caso serán finalmente llevados ante un tribunal», agregó.

Los «espantosos hechos» que alude Rathmell sucedieron, según la parte acusadora después de la ruptura sentimental entre Larsen y el exmonarca.

Actualmente de 58 años, Corinna zu Sayn-Wittgenstein dice haber sido amante del entonces monarca entre 2004 y 2009 . Tras el rompimiento de la relación dice que fue espiada y se vio acosada por orden del exjefe de Estado, acusaciones que este niega «en los términos más enérgicos».