El Secreto Mejor Guardado Del Príncipe Guillermo Y El Príncipe Enrique De Inglaterra.

Cuando hablamos de personajes famosos creemos que gracias a los periodistas ya sabemos todo de ellos no importa quienes sean o donde estén, pero ciertamente siempre hay cosas que se les escapan y tarde o temprano salen a la luz como un bombazo. Todos conocemos a la Familia Real de Inglaterra, formada por la Reina Isabel II, su hijo Carlos, sus nietos, los Príncipes Guillermo y Enrique y sus respectivas mujeres Catalina Middleton y Meghan Markle. Incluso si creer que lo sabes todo de ellos, esta noticia te impresionará y es que ¡los Príncipes tienen una hermanastra!

Todo empezó cuando el Príncipe Carlos se casó con Lady Diana en 1981. La pareja estaba viviendo un cuento de hadas, recitaron sus votos y ya estarían unidos hasta que la muerte los separó. Pero parece ser que el corazón del Príncipe Carlos no latía exclusivamente por Diana y que escondía un gran secreto. Había otra mujer, el príncipe encantador que Lady Diana creía que Carlos era, resultó ser un mujeriego que no supo cortar lazos antes de casarse con ella.

Como dice el dicho: “Donde hubo fuego, hay cenizas”. Esta expresión es muy utilizada para referirnos a que cuando una pareja corta su relación, por muy mal que acaben, siempre quedará algo. Y este es el caso del Príncipe Carlos, que tuvo una relación amorosa con Camilla Parker Bowles en 1971. Años después la pareja rompió y cada uno rehízo su vida sentimental. Aunque siempre siguió viva la llama.

Lady Diana sabía de la existencia de la relación de su marido Carlos con Camilla. Lo supo desde el principio y sabía que seguían en contacto y que ambos seguían sintiendo algo. Ella, lejos de enfurruñarse y llorar, hizo todo lo contrario. Diana era una mujer de armas tomar e incluso llegó a declarar para la BBC que en su matrimonio eran 3 y que eso ya era multitud. Diana no era ni mucho menos una inocente ignorante.

Diana, muy lejos de enfadarse y montar una escenita decidió volcar su rabia en causas nobles y así sanar su corazón. Asumió desde el principio su posición como Princesa de Gales y se volcó en sus labores, incluso fue aún más allá de ellas y se desvivió haciendo labores solidarias, se volvió todo un icono para el pueblo, y eso no fue todo lo que hizo, Lady Di se convirtió en todo un ejemplo a seguir y el pueblo la amaba.

Además de sus múltiples obligaciones como Princesa de Gales y al frente de varios proyectos solidarios, Diana no quería dejar la crianza de sus hijos como hacen el resto de los miembros de la realeza, que los dejan todo el día con niñeras y apenas pasan tiempo con ellos. No, Lady Di pasaba todo el tiempo posible con sus hijos Guillermo y Enrique y se los llevaba a los eventos siempre que podía, incluso era ella misma quien los llevaba al colegio.

Pero aunque ella hacía su vida por su cuenta, todo tiene un límite y Carlos y Diana se separaron a mediados de los años 90, la Familia Real se estaba desmoronando y cuando se supo públicamente, la noticia de la separación calló como un jarro de agua fría sobre Palacio y sobre el pueblo inglés. A pesar de los esfuerzos porque siguieran juntos, la pareja al final se divorció.

Después de divorciarse del Príncipe Carlos, Lady Diana inició una relación con Dodi Al Fayed, tras un viaje juntos, hicieron una parada en París. La pareja se vio sorprendida por muchos paparazzi y decidieron huir de ellos en un coche junto con sus guardas espaldas. Los paparazzi les perseguían y el conductor, que iba a 190 kilómetros por hora y había consumido alcohol y antidepresivos, perdió el control del vehículo en el túnel del Pont del Alma, estrellándose con una columna y provocando la muerte de la Princesa de Gales a la edad de 36 años.

Lo que todos sabían mientras Carlos estaba casado con Diana se había confirmado. Diana sabía que su marido seguía enamorado de su ex novia Camilla Parker Bowles y que seguían manteniendo el contacto. Tras separarse y divorciarse de Lady Diana, Carlos volvió a tener una relación con Camilla, en 2005 anunciaron su compromiso de casarse. Lo cual significaba que Guillermo y Enrique tendrían una madrastra y quizás esto no les iba a hacer mucha gracia.

Con todo el revuelo que se había formado ante la noticia del nuevo matrimonio del Príncipe Carlos con la que fue su novia en la juventud, todo el mundo pasó por alto un detalle. Al igual que Carlos estuvo casado con Lady Diana y tuvo dos hijos con ella, Camilla también tuvo otra relación de la que también tuvo dos hijos que ahora pasarían a vivir a Palacio junto a su madre y serían hermanastros de Guillermo y Enrique.

Uno de los hijos de Camilla era Tom Parker Bowles, conocido escritor y crítico de cocina. Ha escrito muchos libros, participó en el programa de televisión Masterchef y en el programa de Gordon Ramsay. Era un personaje público y todo el mundo le conocía así que para él no supondría mucho cambio el hecho de que su madre se casara con un personaje público aunque fuera el mismísimo Príncipe Carlos. En cambio, su hermana no era tan abierta como Tom.

Nacida como Laura Parker Bowles, la hija de Camilla había intentado siempre mantenerse alejada de las cámaras y trataba de no ser mediática y pasar desapercibida. Aunque asistía a bodas reales y eventos, ella nunca quiso que se la relacionara con la Familia real y cuando se casó con Harry Lopes, adoptó su apellido sin pensarlo dos veces. Y es que Laura tenía razones para querer mantenerse en el anonimato…

Laura había pasado toda su vida apartada de los focos de atención, siendo discreta y pasando desapercibida, no le gustaba nada la idea de exponer su vida como si fuera una película y mucho menos no tener intimidad. Ella sabía cómo hacerlo y desde que su madre se comprometió con el Príncipe Carlos le fue un poco más difícil porque los periodistas volvieron a acosarla como al principio. ¿Se apartaría Laura también de la Familia Real para evitar que la acosen?

A pesar de que la prensa no los dejaba tranquilos en ningún momento, la familia supo llevarlo correctamente y tras casarse Camilla con Carlos, ésta declaró que no habría sido capaz de sobrellevar toda es presión mediática sin su familia, que la habían apoyado y animado desde el principio, incluida por supuesto Laura. Aunque quizás luego ella se distanciara de todo aquello, pero sus hijos la apoyaron desde el principio.