La primera empresa que anunció que había desarrollado una vacuna efectiva contra la COVID-19 fue Pfizer. Esto provocó que el precursor en autorizar la vacunación a sus ciudadanos haya sido Reino Unido, que comenzó a hacerlo el pasado 8 de diciembre. Pese a ser un remedio seguro, no supone riesgo cero para todo el mundo, tal y como pasa por ejemplo con el de la gripe.

Debido a ello, existen algunos grupos de personas que no podrán recibir la vacuna cuando esta llegue a España, algo que sucederá en menos de un mes, tal y como informó Salvador Illa, ministro de Sanidad. Un informe del Comité de Vacunación e Inmunización del Reino Unido (JCVI) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) detalla a quién no se le debe administrar.

Menores de 16 años

Por el momento, existen datos muy limitados sobre la vacuna en adolescentes y no se utilizará en menores de 16 años. En los ensayos clínicos de Pfizer no participó ningún menor de 12 años, y la muestra de niños de 12 a 15 años no es lo suficientemente grande como para valorar los riesgos existentes en caso de inoculación del remedio.

Personas inmunodeprimidas o con problemas de coagulación

En el primer caso, el JCVI recomienda no vacunar a personas «que clínicamente son extremadamente vulnerables, tengan algún grado de inmunosupresión o sean inmunodeprimidas, ya que es posible que no respondan tan bien a la vacuna». Pero lo que sí han valorado es «la vacunación de los contactos domésticos de individuos inmunodeprimidos».

Por su parte, en el segundo supuesto no se aconseja a personas que tomen medicación anticoagulante como el Sintrom o tengan problemas de coagulación. En su caso, la inyección intramuscular, como es el caso de la vacuna de Pfizer, está contraindicada.

Embarazadas y lactantes

Para la FDA, las mujeres embarazadas y lactantes están entre los grupos a los que no se recomienda vacunar. El motivo alegado es que «actualmente no hay datos suficientes para sacar conclusiones sobre su seguridad».

Mientras, las autoridades británicas advierten que no se vacunen aquellas mujeres que puedan estar embarazadas o que prevén quedarse «en los tres meses posteriores a la primera dosis». Esto se debe a que no existe información sobre cómo puede impactar la cura sobre la fertilidad de las mujeres al no haberse completado estudios en animales.