Nicolás Maduro Guerra, diputado oficialista de la Asamblea Nacional (AN) electa el pasado 6 de diciembre e hijo de Nicolás Maduro, mostró este viernes su confianza en que el proceso de negociación con el sector opositor que encabeza Juan Guaidó derive en el levantamiento de las sanciones internacionales contra el país.

«Sí, confío plenamente, hace falta además. Es muy arrogante que un país venga y quiera ser tu papá o tu supervisor, eso es muy arrogante, aquí hay países soberanos», dijo el parlamentario en una entrevista con Efe en la que dijo que la política de sanciones de Estados Unidos es un «fracaso».

En mayo, Guaidó anunció su disposición a negociar con la administración de Maduro para alcanzar un «acuerdo de salvación nacional» con el fin de superar la crisis que vive Venezuela.

El opositor, presidente de la AN electa en 2015, aspira a conseguir elecciones generales «libres» y «justas» y, a la propuesta, Maduro ha respondido diciendo que está listo para reunirse con «toda la oposición», pero exige que se levanten las sanciones internacionales antes de sentarse a dialogar.

Sin embargo, Guaidó plantea el levantamiento a condición de que la gestión de Maduro ceda en sus posiciones, con el fin de llegar a unas elecciones «democráticas y transparentes», cuyo cronograma exige de inmediato.

Hasta el momento, no existe una fecha para que las dos partes se sienten a la mesa para comenzar las negociaciones.

Política sin resultado

En este sentido, Maduro Guerra aseguró que en Estados Unidos «se han dado cuenta de que la política hacia Venezuela no está dando resultado».

Por eso, y pese a que afirmó que «los procesos en EE.UU. son lentos» y «burocráticos», sostuvo que ya hay «conversaciones con todos los sectores de la sociedad estadounidense» y ya van «por buen camino».

«Es mi opinión personal, no soy parte de esa mesa de negociación, pero lo que he podido observar es que va por buen camino», subrayó el diputado chavista.

Al respecto, hizo hincapié en que, lo que quieren en el oficialismo, con «condiciones para hacer política y, si mañana gana la oposición actual una alcaldía y nos toca hacer oposición, haremos oposición».

«Si el día de mañana (…) gana la derecha, la Presidencia de la República, creo que ellos no van a querernos de oposición, vamos a ser una oposición implacable que ellos no han sabido ser», añadió.

Eso sí, incidió en que va a «trabajar para que eso no pase» y que el PSUV «siga mandando en Venezuela y pueda tener garantías para el respeto del mundo», así como que el país «se pueda desarrollar» con el oficialismo en el Gobierno o en la oposición.