Nalleli Cobo vivía en el sur de Los Ángeles cuando empezó a enfermarse por causas desconocidas. Tenía 9 años y sufría asma, sangrados en la nariz y fuertes dolores de cabeza.

A su alrededor, otros comenzaron a tener dolencias similares: su madre, de 40, su abuela, de 70, su hermano. También algunos vecinos de University Park, el barrio en el que vivía, vivía con problemas de salud como los de Nalleli.

Todos sospechaban de lo mismo: los químicos expulsados por una petrolera situada en el barrio estaban prejudicándoles.

Desde entonces, Nalleli comenzó una cruzada legal contra la compañía que duraría años. Junto a otros jóvenes del vecindario —en su mayoría latinoamericanos y negros— demandaron a la ciudad de Los Ángeles. Exigían que el gobierno se ocupara de regular la actividad de AllenCo, dedicada a la extracción de petróleo.

NALLELI COBO: MÁS DE 10 AÑOS DE LUCHA

De origen colombiano-mexicano, esta joven decidió emprender su cruzada contra la empresa AllenCo cuando era apenas una niña, pero nada le impediría lograr su objetivo.

Con la ayuda de su madre y del grupo de vecinos, consultaron a toxicólogos sobre el impacto real que estaba ejerciendo la petrolera. Los expertos señalaron que, con la extracción de petróleo, se emplean ciertos químicos y se liberan emisiones que pueden resultar nocivas para la salud. Esto se agrava si se está expuesto por mucho tiempo.

Nalleli y sus vecinos empezaron a presentar denuncias en el ayuntamiento. Las autoridades las desestimaron durante años.

Decidieron también participar en audiencias con el gobierno para pedir que se regularizase la situación. El conflicto escaló y Los Angeles Times publicó un reportaje que acabó, para suerte de Nalleli y sus compañeros, en manos de la senadora de California, Barbara Boxer.

Boxer se volcó en la causa y convocó a unos investigadores de la Agencia de Protección Ambiental, que se enfermaron en seguida mientras hacían su trabajo. Gracias a esta intervención, el pozo de petróleo se clausuró temporalmente en 2013, aunque no se sabe si podría volver a retomar actividades.

Después de años de lucha, Nalleli y sus vecinos habían logrado una batalla, aunque fuera momentánea. A partir de ahí, su campaña People Not Pozos (Personas no pozos) se convirtió en un ejemplo a seguir para frenar el avance de las petroleras sobre zonas urbanas.

UNA VICTORIA… CON MÁS ADVERSIDADES

Los obstáculos que ha enfrentado Nalleli en su lucha contra el petróleo no son pocos. Pero el año pasado vendría otro más que amenazaría su salud: el cáncer. En 2020 fue diagnosticada con esta enfermedad.

En una entrevista, contaba: «Me tomó seis semanas salir de la cama. Mi mamá tenía que ayudarme en absolutamente todo y tomaba decenas de pastillas al día».

Nalleli pudo ganar también esta batalla: después de tres cirugías y varios tratamientos de quimioterapia, logró vencer la enfermedad. Recibió el alta el mes pasado, en enero de 2021.

JUSTICIA AMBIENTAL PARA TODOS

Para Nalleli, la justicia ambiental «es poder respirar aire limpio sin importar mi edad, género, mi raza, estatus socioeconómico ni código postal. Es luchar, proteger a mi comunidad y mi hogar».

A lo largo de esto años logró encontrarse con dirigentes ambientales como Greta ThunbergJane Fonda e incluso se reunió con Joe Biden, el actual presidente de Estados Unidos.

Actualmente, con 19 años, Nalleli estudia derecho. Según contó a BBC, quiere ser abogada en derechos civiles. Luego quiere hacer una carrera política, centrada en la lucha contra la contaminación ambiental, y nunca dejar de perseguir su propósito: justicia ambiental para todos.