Las autoridades sanitarias de Brasil han confirmado este sábado 17.246 nuevos casos de contagio y otras 307 muertes a causa del coronavirus, mientras el presidente de la nación, Jair Bolsonaro, parece tomarse con calma la puesta en marcha de la vacunación, que —subraya— no le inspira ninguna confianza.

Según los últimos datos del Ministerio brasileño de Salud, a día de hoy el país más grande de América Latina contabiliza un total de 190.795 casos letales, siendo la segunda nación del mundo por número de fallecidos después de Estados Unidos. Brasil también registra el tercer número más alto de infecciones, con más de 7,4 millones de casos confirmados desde el inicio de la pandemia.

Y mientras los Gobiernos de todo el mundo se apresuran para empezar a inmunizar a su población, Bolsonaro dice no fiarse de la seguridad de las vacunas existentes, ya que —asegura— todas ellas incluyen «una cláusula que dice que ellos no se responsabilizan de cualquier efecto colateral«.

A punto de superar los 180.000 muertos, Bolsonaro afirma que «Brasil está viviendo el final de la pandemia»

«Es la razón, lo razonable, la responsabilidad con el pueblo. No se puede aplicar cualquier cosa en la gente», aseveró este sábado el mandatario durante un paseo por las calles de Brasilia y reuniones con simpatizantes.

Bolsonaro, que superó el covid-19 y es uno de los escépticos más prominentes de la pandemia, ha sido ampliamente criticado por su manejo de la crisis sanitaria y ahora se encuentra de nuevo bajo presión por su lentitud en el lanzamiento del programa de inoculación.

Preguntado este sábado sobre si se siente presionado por el hecho de que otros países ya hayan puesto en marcha sus programas de inmunización, el jefe de Estado no se mordió la lengua y dijo: «Nadie me presiona para nada, me importa un carajo«.