El coronavirus no se propagó como un fuego alimentado con gasolina desde un primer momento. Según un estudio de investigadores de la Universidad de California publicado en Scienceen el 70% de los casos la emergencia de un virus como el SARS-CoV-2 se extingue al octavo día. 

Los investigadores también descartan que el virus circulara en China o en el mundo antes de finales de octubre y establecen que el paciente cero pudo contagiarse en torno al 4 de noviembre. El primer caso de covid reconocido por las autoridades chinas data del 17 de noviembre.    

Rebobinar el reloj genético

A partir del análisis de 583 secuencias genéticas ‘nativas’ de China y tomadas desde los primeros casos identificados en diciembre hasta abril de 2020, los científicos han establecido la velocidad de mutación del virus

Después han ‘rebobinado’ el reloj genético con distintas variables para estimar el momento en el que apareció del caso índice, el paciente cero que inició la pandemia en el epicentro original de la provincia china de Hubei, cuya capital es Wuhan.

Sitúan la fecha entre mediados de octubre y principios de noviembre de 2019, “pero no antes”; lejos, en cualquier caso, del momento del primer brote en el mercado de animales de Wuhan. Descartan las informaciones sobre casos anteriores a esa fecha en China o fuera de China.

Zoonosis frecuentes, epidemias mucho menos

El estudio va más allá de fijar la fecha del inicio silencioso de la pandemia -que coincide con otros modelos anteriores-, también estima la dinámica de contagio del coronavirus. En dos tercios de los escenarios que plantean, la epidemia termina en un callejón sin salida. Por eso concluyen que el SARS-CoV-2 pudo necesitar varios intentos hasta que tuvo éxito y se convirtió en brote epidémico. 

Los investigadores consideran que ‘saltos’ de virus como el SARS-CoV-2 de animales a humanos -la llamada zoonosis- pueden ser frecuentes, pero es excepcional que se conviertan en una pandemia.  

“Observaciones empíricas de la pandemia del SARS-CoV-2 han mostrado el papel determinante que los eventos de superpropagación”, explican en el estudio de Science. “Nuestros resultados sugieren que la misma dinámica influyó en la implantación del SARS-CoV-2 en humanos, dado que sólo el 29,7% de las simulaciones se convierten en una epidemia sostenida por sí misma”.

Las ciudades, claves en la propagación

Las simulaciones sin eventos de supercontagio terminan en la extinción en el 84% de los casos. Además, las ciudades, con sus densas redes de contacto humano, han sido determinantes para convertir los primeros contagios en epidemia.

“Cuando simulamos epidemias en las que el número de contactos se reducía un 50% o un 75%, como puede ocurrir en una comunidad rural, la epidemia se extinguía en el 94,5% o el 99,6% de los casos respectivamente”, aseguran.

Fue en Hubei, capital Wuhan

Aunque los primeros casos de covid-19 se detectaron en la provincia de Hubei, tampoco descartan que el paciente cero se contagiara del coronavirus en otra parte.

“Nuestros resultados sugieren que, si el virus emergió por primera vez en una comunidad rural, entonces tuvo que migrar a un entorno urbano para evitar la extinción. La falta de información sobre la covid-19 en otros lugares de China en noviembre y diciembre apunta a que la provincia de Hubei es el lugar en que arraigaron las cadenas de transmisión entre humanos”, concluyen.

Dificultades para detectarlo con tiempo

El virus ya estaba firmemente establecido en Wuhan cuando el covid-19 se identificó por primera vez. Esta demora pone en evidencia “la dificultad que entraña la vigilancia de patógenos zoonóticos con una alta tasa de contagio y una letalidad moderada”.

“Es muy probable que el SARS-CoV-2 circulara por la provincia de Hubei en niveles bajos a principios de noviembre de 2019 y tal vez ya en octubre de 2019, pero no antes. No obstante, la prevalencia de este virus era demasiado baja como para permitir su descubrimiento e identificación durante semanas o meses”, escriben.

Múltiples entradas del virus hasta que arraiga

La misma dinámica que llevó a la implantación del SARS-CoV-2 en la provincia de Hubei ha podido repetirse en todo el mundo. El coronavirus tuvo entradas sucesivas en muchos países, pero sólo en algunos casos arraigó.

En España, por ejemplo, los genetistas han establecido que hubo más de 700 entradas del coronavirus pero sólo unas pocas tuvieron “éxito epidemiológico”. En Francia y California se ha informado de casos en diciembre de 2019 y principios de 2020 que no derivaron en una transmisión sostenida.

El virus no circulaba por el mundo antes de noviembre de 2019

Los investigadores descartan que el virus estuviera en las aguas residuales antes de noviembre de 2019 -como se anunció en Barcelona-. Creen que debe contemplarse con escepticismo la hipótesis de que el virus circulara por el mundo a mediados de noviembre. 

También refutan las informaciones que hablaban hace meses de gran número de pacientes hospitalizados por covid en la provincia china de Hubei antes de diciembre de 2019.

Escaso tiempo de reacción para frenarlo

No obstante, subrayan en su estudio que el análisis de aguas residuales puede ser la mejor herramienta para detectar futuras amenazas pandémicas en su fase inicial, cuando el número de contagios es aún muy bajo.

Y lanzan una advertencia. Las pocas semanas que pasaron entre la probable emergencia del paciente cero y el comienzo de la pandemia dejan “una ventana muy estrecha para intervenir preventivamente” en el caso de virus con características similares al SARS-CoV-2.