La Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó una modificación al Presupuesto estatal 2025 que asigna US$15,5 millones para iniciar la construcción de una prisión inspirada en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador.

Este proyecto, con un costo total estimado de US$35 millones, contempla una capacidad para 5.000 internos, incluyendo 1.000 espacios de máxima seguridad. El resto del financiamiento se incluirá en el presupuesto de 2026, recoge la revista centroamericana E&N.

El Ministerio de Justicia de Costa Rica, en colaboración con El Salvador, trabaja en el diseño, planos y procesos constructivos de la nueva cárcel, aunque el proyecto aún no se ha presentado oficialmente.

Esta iniciativa busca abordar la crisis de sobrepoblación carcelaria reportada por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), que señala una densidad carcelaria del 129,5%, con 17.692 personas alojadas frente a una capacidad de 13.666. Las cárceles para hombres presentan un hacinamiento del 42,9%, mientras que las de mujeres registran un 6,6%.

El Gobierno costarricense, liderado por el presidente Rodrigo Chaves, vincula la construcción de esta prisión a la estrategia para reducir los homicidios, que en 2024 alcanzaron 880 casos, con una tasa de 16,6 por cada 100.000 habitantes, la segunda más alta en la historia del país. En 2023, se registraron 905 homicidios, un aumento del 38% respecto a 2022. Las autoridades atribuyen más del 70% de estos crímenes a conflictos entre grupos narcotraficantes.

Encuestas recientes indican que la inseguridad es la principal preocupación de la población costarricense, superando problemas como la pobreza, el desempleo y el costo de vida. El presidente Chaves ha señalado al Poder Judicial y al Legislativo como responsables de la situación, criticando las leyes por considerarlas permisivas y las medidas alternativas a la prisión.