Comunidades del norte de Maracaibo como Las Tarabas, Barrio 23 de Marzo, Barrio Motocross, San Jacinto y zonas próximas fueron severamente afectadas por las inundaciones acaecidas por el fuerte aguacero durante la noche de este lunes 16 y la madrugada de este martes 17 de noviembre.

Las crecidas en estos lugares alcanzaron entre uno y hasta tres metros, arrasando con todo a su paso y dejando pérdida total en la mayoría de las viviendas que La Verdad alcanzó a ver. La destrucción de espacios fue evidente.

En el barrio Las Tarabas, la inundación cubrió buena parte de las casas, al punto que sus habitantes reportaron pérdidas importantes y hasta totales en muchos casos.

Según cuentan sus vecinos, el agua que cayó en las cuatro horas de fuerte lluvia arrastró la basura y escombros del otro extremo de la cañada, lo que tapó la circulación donde estaba limpia y embaulada.

La cañada que pasa por el sector donde se generó el tapón se desbordó creando un remolino que encausaba las aguas a las otras casas cercanas, donde las pérdidas materiales no se hicieron esperar.

Un árbol que se cayó por la lluvia en el mismo sector cerró la vía. Se pudo conocer que tres vehículos a diferentes horas de la madrugada se estrellaron contra él y un hombre de la tercera edad resultó herido fuertemente en el rostro tras impactar con él por la oscuridad de la calle.

La entrada del barrio 23 de Marzo se hundió clausurando el paso vehicular. Apenas una acera se conecta ahora con la entrada del conjunto residencial La Esperanza. El paso peatonal se conservó.

Al igual que en Las Tarabas, el cauce de las cañadas falló, creando una crecida que tumbó casas enteras que se ubicaban en la avenida. También reportaron una explosión que causó desprendimientos de conexiones de gas doméstico. Se pudo constatar la fuga del fluido, que genera un peligro inminente en el lugar.

Al entrar a Motocros, la crecida de la cañada arrasó con la mayoría de las casas y los vecinos solo pudieron rescatar lo que pudieron.

Tanques y pipas llenas de agua fueron arrastradas por la crecida y, en la mayoría de los casos, esta tumbó muchas cercas y casas en las que sus bases socavadas avizoran su derrumbe en caso de nuevas lluvias.

Yohana González, madre de tres menores, apenas tomó un tiempo para sentarse a ver la tragedia que le tocó vivir en su casa, ya que la crecida se llevó todo lo que tenía dentro de su casa.

“No dio tiempo de nada, agarré a mis niños y salimos, porque mi casa se estaba inundando. Perdí todo, solo tenemos la ropa que tenemos puesta. Estoy pensando a quién acudir para comer y ver después cómo me recupero de esta situación», expresó con lágrimas a las puertas de lo que quedó.

La tendencia se registró en las casas vecinas. Solo se podía ver desolación y resignación a la espera de que la autoridad regional y municipal los atienda de manera urgente, ya que aseguran que no tienen dónde refugiarse.

En la urbanización San Jacinto, resulta evidente el desbordamiento de las cloacas en las calles que, según los vecinos fueron rotas por Hidrolago para reparaciones, pero que nunca volvieron a cubrir, generando cráteres a la salida del sector 9 y sus sectores vecinos.

La misma situación se pudo registrar en las demás calles donde se crearon huecos que durante la oscuridad varios carros sufrieron los embates de los mismos.

Las zonas afectadas claman por la pronta atención de las autoridades para que constaten y hagan los correctivos, como también las ayudas a las familias que perdieron todo.