Un nuevo tiroteo en Estados Unidos dejó el lunes 22 de marzo diez muertos en un supermercado de Boulder, en Colorado, cuyo atacante está bajo custodia de las autoridades aunque aún no se conocen sus motivos.

El ataque ocurrió sobre las 2:30 de la tarde hora local (20:30 GMT), cuando un hombre armado con un fusil de asalto abrió fuego en el interior de un supermercado de la cadena King Soopers en Boulder, una ciudad de poco más de 100.000 habitantes al norte de Denver y una de las más ricas del país.

«Entró y empezó a disparar», relató al periódico The Denver Post uno de los sobrevivientes del ataque.

Otro, Ryan Borowski, explicó al The Washington Post cómo vivió el inicio del tiroteo: «Mi primera esperanza fue que se le hubiese caído algo a algún empleado. Para el tercer bang ya estaba corriendo. ¡Fue bang, bang, bang, bang, bang! Creo que fueron como ocho» (disparos).

Borowski y otros de los clientes del King Soopers lograron escapar del edificio por la salida de emergencia o la zona de carga tras escuchar los primeros disparos, pero nueve no contaron con la misma suerte y fueron asesinados.