Ante un virus que no da tregua, las campañas de vacunación contra el covid-19 se aceleraban en el mundo, como en India, con más de 224.000 dosis inyectadas en dos días, y en Brasil, donde se aprobó este domingo el uso de emergencia de las primeras vacunas, según reporta AFP en su portal web.

Mônica Calazans, una enfermera negra de una UCI del hospital Emilio Ribas de Sao Paulo, se convirtió este domingo en la primera vacunada contra el coronavirus en Brasil, poco después de que el regulador sanitario Anvisa aprobara el uso de la vacuna china CoronaVac y la británica AstraZeneca/Oxford.

En cifras de víctimas mortales, Brasil se sitúa detrás de Estados Unidos, con casi 210.000 muertos. El gigante sudamericano se enfrenta además ahora a una nueva variante, identificada en la región amazónica que, según los expertos, podría ser más contagiosa.

En India, el segundo país del mundo con más contagios (10,5 millones de casos), la campaña de vacunación iniciada el sábado administró ya 224.000 dosis, lejos todavía del objetivo de inmunizar para finales de julio a 300 millones de personas, casi el equivalente a la población de Estados Unidos.

“Tenemos ecos alentadores y satisfactorios del primer día”, declaró el sábado el ministro indio de Salud, Harsh Vardhan, quien añadió que “la vacuna va a ser un Sanjeevani (salvavidas) en el país, de 1.300 millones de habitantes.

Impulso a la vacunación

En Europa, la región del mundo más enlutada por el virus, que ya suma más de 657.000 decesos y supera los 30,4 millones de contagios, varios países pisaron el acelerador en sus campañas de vacunación.

Francia prevé ampliar su dispositivo a partir del lunes, vacunando a mayores de 75 años que no vivan en residencias de ancianos (5 millones) y a casi 800.000 personas con patologías de “alto riesgo”.

El país, que ya registró más de 70.000 fallecimientos por covid-19, impuso un toque de queda nacional a las 18H00.

La vecina España comenzó este domingo a administrar la segunda dosis de la vacuna anticovid a las personas que ya habían recibido la primera a finales de diciembre, destinada a residentes de geriátricos y sus cuidadores.

Pese a que España registró el viernes un récord de 40.197 contagios en 24 horas, en plena escalada de infecciones en la tercera ola, el gobierno descartó el sábado un nuevo confinamiento general.

En Noruega, la Agencia de medicamentos anunció que sospechaba que la primera inyección de la vacuna hubiera causado la muerte de 13 ancianos de salud delicada, y que lo estaba investigando.

Y en Portugal, donde el gobierno instauró un segundo confinamiento, miles de electores acudieron este domingo a las urnas para votar anticipadamente en las presidenciales del 24 de enero.

“Más seguro, más barato, más rápido”

Europa, donde los casos se han disparado y se enfrenta a una mutación del virus que, según los científicos, es hasta 74% más contagiosa.

En Bélgica, en una residencia de ancianos de Merkem, en el noroeste, 72 usuarios y 39 trabajadores se contagiaron de esa variante, la británica, que causó tres decesos, informó a la AFP su director Jurgen Duyck.

Así las cosas, el viejo continente centra sus esperanzas en la vacuna de la alianza Pfizer-BioNTech.

Los dos laboratorios aseguraron el sábado un “plan” que permitirá limitar a una semana el retraso en la entrega de la vacuna, cuando Europa temía un plazo mayor, de “tres a cuatro semanas”.

Pfizer advirtió el viernes que por obras en una planta de producción en Puurs, en Bélgica, debería retrasar esas entregas, una noticia que provocó una reacción fulminante de varios países europeos.

Pero este domingo, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, aseguró que el retraso de Pfizer “no tendrá impacto la semana próxima en el ritmo de vacunación”.