Ayude a su perro a pasar la Noche Buena sin el pánico y el estrés de la pólvora Camila Rubio diciembre 24, 2020 MUNDO Las noches de Navidad son las más felices que la mayoría de las personas viven. El estruendo de la pólvora parece animar. Pero para los perritos y los gaticos, no son nada felices. No para todos, es cierto, pero sí para muchos, precisamente por el estruendo de la pólvora. Y ellos, casi angustiosamente, piden auxilio, puesto que no entienden qué es lo que pasa, qué es lo que produce esos ruidos infernales que los estremecen. Los perros y gatos tienen un oído fino y muy sensible. Captan los ruidos mucho más rápidamente que nosotros, por tener tan desarrollada esta capacidad. Eso es lo que los hace buenos guardianes y cazadores, pues pueden escuchar sonidos débiles y leves, que nosotros los humanos no podemos captar. Cuando ellos escuchan las explosiones pirotécnicas, se asustan, pues no es lo que normalmente escuchan, y su capacidad de soporte auditiva se ve sobrepasada por esos ruidos. Gatos y perros soportan una intensidad de sonido de hasta 85 decibeles. Por si no sabía, el estampido de la pólvora puede llegar hasta 190 y 200 decibeles. Suficiente para estrujarles el cerebro. Por ello, la temporada decembrina se convierte en una causal de muerte de mascotas. Aumentan sus palpitaciones y se altera su respiración, tiemblan, buscan desesperadamente huir o esconderse, pues estas altas frecuencias de sonido afectan directamente su organismo, y son capaces de ocasionarles infartos, ataques de pánico, actos de locura. Todos deberían tener precaución con las mascotas suyas y las de los vecinos, cuando se disponen a quemar fuegos artificiales. (Imagen referencial) Como mejorar la situación Primero, hay que mantener la calma y entender que su perro está exageradamente asustado, con su instinto de conservación a la máxima potencia. Cualquier señal o ruido adicional, lo pondría peor. Y si usted no se controla, él seguirá tu angustia, pues los animales sienten nuestro estado de ánimo. Es angustiante ver la reacción de nuestro amiguito, pero hay que llevar la situación tranquilamente. En segundo lugar, evite la sobreestimularlo: no lo abrace, no lo acaricie, creyendo que lo está calmando. No. Porque él creerá que le está diciendo que esa conducta está muy bien. Las caricias también son premios para nuestras mascotas. Y menos, por favor, regañarlo, gritarle o maltratarle para que se vaya de donde está. Con ello logrará que se exalte más, e incluso se torne agresivo. Simplemente, trátelo con naturalidad, háblele con suavidad, como si no pasara nada. Con su trato y con el tono de su voz, puede hacerle entender eso. Y logrará que se calme. No lo automedique con pastillas, gotas o esencias, sin preguntarle a su veterinario. No todos los perritos reaccionan igual a una infusión o un medicamento. El perro siempre se sentirá seguro estando cerca de su amo. Por ello debemos actuar con normalidad, para mostrarle que no hay peligro. Trate de jugar o de darle algo de su comida favorita. Estas cosas son siempre mucho mejor que regañarlo o castigarlo por una reacción involuntaria de su sistema nervioso, de la cual, ni es responsable ni puede controlar. Usted puede con tiempo, intentar preparar el animalito para que se vaya acostumbrando a estos insoportables ruidos. Un truco es ponerle durante el día, videos de pólvora y fuegos artificiales, que abundan en Youtube. Reprodúzcalo en presencia del perro o gato, y va subiendo poco a poco el volumen mientras actúa con naturalidad, para que él vea que es normal. También puede ayudarlo, ubicando el animalito en un lugar de la casa donde los sonidos se escuchen menos. Trate de aislarlo del ruido. Cierre las ventanas y póngale música relajante. Acompáñelo o véalo con frecuencia. Si se esconde no lo saques a la fuerza, y póngale cerca de su escondite agua, comida y sus juguetes favoritos. Si tiene que dejarlo solo, encienda un televisor o un radio, con volumen moderado, para que sienta compañía. Cuando note que está tranquilo, acarícielo y dele un bocadito para que entienda que ese es el comportamiento adecuado. Y hasta puede buscarle juego, o sentarse cerca. El método Tellington Ttouch Por si le interesa, hay un truco casero, el método Tellington Ttouch, que se puede utilizar para calmar el perrito asustado. Se trata de hacer un vendaje alrededor de su cuerpo de un modo estratégico. Gracias al contacto de la tela con su cuerpo, el perro se siente sicológicamente protegido y se relaja más fácilmente. Sólo se requiere una banda de tela suave, una venda, retazos de una camiseta, etc. Debe ser de tamaño suficiente para hacerlo, pues depende del tamaño del perro. Se pasa la banda de tela por el pecho del animalito, llevando los extremos hacia los omóplatos y luego se cruzan sobre el lomo formando una X. Se baja los extremos, se hace otro cruce en X en la barriga, y se vuelve a subir al lomo, por delante de las patas traseras. En el lomo se anuda. Si no alcanza para anudar, se puede fijar con ganchitos de ropa. Eso es todo. Lo importante es que no debe quedarle apretado. Revise y evítelo. Tampoco puede quedar muy flojo. Solamente que quede firme, para que ejerza una presión muy moderada, como si fuera una caricia o un abrazo. Eso lo ayuda a relajarse Aunque muchos veterinarios niegan la efectividad del método por no estar comprobado científicamente, el método Tellington Ttouch, según muchos de quienes lo han practicado con sus mascotas, ha demostrado ser eficaz, y tiene muchos adeptos.