Los virólogos estadounidenses han descubierto que administrar la vacuna contra el coronavirus a través de la nariz es más eficaz que la inyección intramuscular. Además, este método desinfecta las vías respiratorias superiores.

La elaboración de una vacuna eficaz es crucial para lidiar con la pandemia actual. Entre las vacunas anti-COVID que se están desarrollando hoy en día y llegan a las pruebas clínicas, hay 13 que se encuentran en la fase final de pruebas.

Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Northwestern con sus colegas compararon la eficiencia y la capacidad protectora de las vacunas contra el coronavirus cuando se administra por vía intranasal e intramuscular en hámsters dorados sirios.

Tomaron como referencia la vacuna basada en el vector adenoviral de chimpancé, similar a la que se está desarrollando por la colaboración de la Universidad de Oxford y la compañía farmacéutica AstraZeneca.

El experimento ha revelado que en ambas ocasiones una sola dosis de la vacuna resultó suficiente para una respuesta inmune que podría neutralizar el SARS-CoV-2. Sin embargo, con la administración intranasal, los títulos de anticuerpos fueron seis veces más altos que con la administración intramuscular. Los resultados de la investigación fueron proporcionados en una prepublicación en el sitio de bioRxiv.

Además, los hámsters que recibieron la vacuna por la nariz, resultaron tener menos virus en sus capas nasales y en pulmones y, como consecuencia, menos células infectadas y un nivel menor de procesos de inflación en los pulmones.

Los científicos señalan que la administración de la vacuna intranasal, a diferencia de la administración intramuscular, protege el tracto respiratorio superior, proporcionando una protección más eficaz contra el SARS-CoV-2. Además, tiene otras ventajas ante las inyecciones tradicionales: un aerosol nasal es menos invasivo que una inyección, más que esto, proporciona una respuesta inmune adicional a las membranas mucosas.

Antes de tomar la decisión sobre la forma de la fabricación de la vacuna, hay que realizar ensayos preclínicos y clínicos en humanos para determinar su eficacia y seguridad, advierten los expertos.

Hoy en día la única vacuna autorizada que se produce en forma de aerosol es la vacuna contra el virus de la gripe para personas de entre dos y 50 años.