Britney Spears podrá luchar por su libertad con mayor autonomía. La jueza que lleva su caso ha dictaminado que la artista puede contratar a un nuevo abogado de su elección. La decisión marca una nueva fase en la batalla para poner fin a la tutela que controla la vida de la cantante desde hace 13 años. Hasta ahora, a Britney se la considerada mentalmente incapaz de elegir su propia representación legal.

La decisión de la jueza Brenda Penny se produjo en la primera audiencia sobre el caso desde la sonada intervención de Spears ante la corte a finales de junio. Aquel día, la artista calificó la tutela ejercida por su padre como abusiva y ofreció detalles que causaron conmoción entre sus fans.

La cantante señaló en aquella audiencia que su padre la medicaba contra su voluntad, que tiene restringidos sus movimientos o que no puede disponer de forma libre de su dinero. También que fue obligada a mentir públicamente sobre cómo se sentía o a aceptar compromisos profesionales que pusieron en riesgo su salud. Entre sus afirmaciones más chocantes, Britney denunció que su padre ha tomado decisiones por ella sobre su salud reproductiva que son contrarias a sus deseos.

“Mi padre y cualquier persona involucrada en esta tutela, incluido mi management… deberían estar en la cárcel”, llegó a decir Britney aquel día.

En la audiencia celebrada el miércoles 14 de julio, el abogado designado por la corte, Samuel D. Ingham III, pidió renunciar. También renunció la firma que comparte el control del patrimonio de la artista con su padre, James P. Spears.

La jueza aceptó la renuncia de Ingham y aceptó la solicitud de Britney para pasar a estar representada por Mathew S. Rosengart, un exfiscal federal que ha trabajado con celebridades como Sean Penn y Steven Spielberg.

La decisión fue recibida con vítores y abrazos fuera del tribunal por decenas de fanáticos que mostraban mensajes a favor del movimiento #FreeBritney.

También la artista lo celebró compartiendo un video a través de su canal en Instagram en el que por primera vez utilizó el hashtag que reclama su libertad.

Tras la aprobación de Rosengart, una Britney emocionada —y a veces llorando de manera audible— leyó por conexión telefónica una declaración escrita en la que reiteró su deseo de terminar la tutela sin someterse a una evaluación psiquiátrica.

La cantante agregó que quiere una investigación sobre las acciones de su padre y una orden de restricción emitida en su contra.

“Estoy aquí para deshacerme de mi papá y acusarlo de abuso de tutela. La tutela me ha arruinado la vida. Siempre intentaron hacerme sentir como si estuviera loca. Mi padre necesita ser apartado. No estoy dispuesta a sentarme con nadie para que me evalúen” – Britney Spears.