Según la organización Oxfam, las ganancias que obtuvieron en 2020 las diez personas más ricas del mundo alcanzaría para pagar vacunas para el mundo entero. Entre la lista de personas incluidas en el informe están: Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon; Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceXl; Bill Gates, fundador de Microsoft.

Este dato se difundió en el marco de una nueva edición del Foro Económico Mundial de Davos (WEF, por sus siglas en inglés). Los 10 hombres más ricos del mundo aumentaron su riqueza, desde el inicio de la pandemia, en unos 540 mil millones de dólares.

Según Oxfam, la riqueza total de los multimillonarios casi alcanzó los 12 mil millones de dólares en diciembre de 2020. Esto es el equivalente al gasto total de recuperación de la pandemia que tendrán los gobiernos que integran el G20.

LAS FORTUNAS MÁS GRANDES DEL MUNDO Y LAS ADVERSIDADES DE LA PANDEMIA

En este informe de Oxfam se detalla que en tan solo nueve meses, las mil personas más ricas del mundo, principalmente hombres millonarios blancos, han recuperado toda la riqueza que perdieron en los primeros meses de pandemia. Aunque algunos nunca dejaron de incrementar sus beneficios. Es el caso de Jeff Bezos. Podría haber pagado a cada uno de sus 876 mil empleados de Amazon una bonificación de 105 mil dólares y seguir siendo igual de rico que antes de la crisis sanitaria.

Las concentraciones de riquezas se trasladan en el informe al acceso a las vacunas y medicamentos para afrontar la pandemia. Oxfam solicita a los gobiernos que se enfrenten a los intereses de las empresas farmacéuticas. También pide insistir en la necesidad de garantizar un acceso libre a todas las patentes y tecnologías pertinentes. Así se podría garantizar que todas las personas puedan tener acceso a vacunas y tratamientos eficaces de forma segura.

Las empresas farmacéuticas ya han obtenido enormes beneficios durante la pandemia. Según Oxfam, «a menos que se limiten los precios de las vacunas, serán las principales beneficiadas una vez que se apruebe su uso». El pasado 9 de noviembre, las acciones de Pfizer subieron un 15% tras anunciar la alta efectividad mostrada por su vacuna contra la Covid-19 en la fase de ensayo.

DESIGUALDAD PARA ACCEDER A LAS VACUNAS

La carrera para llegar a la cura del Covid-19 está acentuando las desigualdades sociales. Los países ricos reservaron la mayoría de las dosis que se produjeron. Otra investigación llevada a cabo por Oxfam reveló que las naciones ricas, que representan únicamente el 14% de la población mundial, compraron ya 53% de las futuras vacunas. Esto significa que más de la mitad de las dosis prometidas de las cinco principales vacunas candidatas está ya reservada para un grupo determinado de personas.

En noviembre de 2020, más del 80% del suministro previsto para 2021 de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna fue vendido a países ricos. Los países que entran en ese porcentaje son: Canadá, Estados Unidos, Japón, Reino Unido y los países que integran la Unión Europea. 

Además, la organización Amnistía Internacional publicó un informe sobre el problema en la distribución de la vacuna contra la covid-19. La institución señala que «los países tienen la obligación de trabajar unidos para responder a la pandemia, y los Estados más ricos tienen la responsabilidad especial de ayudar a los Estados que disponen de menos recursos».

Sin embargo, hasta ahora eso no estaría sucediendo. Los países mencionados anteriormente pudieron acceder primero a las vacunas y afrontar las compras.

En este sentido, Amnistía señala que el costo puede impedir el acceso a la atención de la salud en zonas más vulnerables, especialmente en el caso de las personas marginadas. Al menos la mitad de la población mundial no puede costearse hoy una atención de la salud esencial. Esto significa probablemente que las vacunas no serán accesibles para la mitad del mundo si no son gratuitas en el punto de atención.