La búsqueda de los 500 jonrones de Miguel Cabrera prosigue. La víctima del estacazo 493 del venezolano fue el conjunto los Indios de Cleveland, reseñó el portal de la Major League de béisbol (MLB).

Los Tigres de Detroit, al igual que el verano estadounidense se están calentando y bastante. El equipo de la ciudad del motor viene de dividir honores en la serie de cuatro juegos en casa ante los Astros de Houston, justo después de haber barrido a los Cardenales de San Luis.

Una vez llegados a Cleveland para una serie de tres juegos, la temperatura rondaba los 88 grados a la hora de cantar “Play Ball!” y con los Tigres abajo 2-0 en la parte alta de la segunda entrada le tocó el turno a Cabrera ante el abridor de los Indios, el derecho Eli Morgan.

El calor en el terreno era intenso, la humedad también se sumó al menú descriptivo de este lunes de la ciudad ubicada en plena costa sur del lago Eerie. El estadio está diseñado de tal forma que el sol le dificulta las cosas al equipo que juega defensa, pues se pone hacia la zona donde está el poste de foul de la izquierda. 

Por ello, los batazos salen en la sombra, vuelan a la luz del sol y caen en la sombra de los jardines.

Para el primer turno de Cabrera en el juego, el cuadro estaba cargado hacia el lado izquierdo del diamante, con el segunda base estacionado muy cerca de la intermedia y el inicialista bien separado de la raya de cal a pesar de que el inning estaba comenzando. 

Morgan le abrió a “Miggy” con una recta en la esquina de adentro para el primer strike. De inmediato, el Bateador Designado de los Tigres hizo el ajuste y ante una slider en la esquina de afuera se quedó un poco atrás y terminó haciendo el swing con una mano.

Lo demás es historia en todo el sentido de la palabra.

El cuadrangular de 396 pies cayó en las filas de asientos que envuelven el bullpen en el jardín central. El vuelacercas, que hizo gala del juego de luz y sombra a consecuencia de la puesta del sol, le jugó una pasada a Miguel, quien corriendo de primera hacia segunda no sabía dónde había caído la pelota.

Con ese estacazo, el nativo de Maracay, Venezuela, empata a Lou Gehrig y a Fred McGriff en el puesto 28 en la lista de jonroneros de todos los tiempos. Eddie Murray es el próximo en la lista por igualar.

Tras la hazaña, el miembro del Salón de la Fama, Alan Trammell, quien estaba presente en el juego expresó su satisfacción por lo que Miguel ha demostrado en el terreno al señalar: “es muy impresionante todo lo que ha logrado… y me contenta mucho que sea un Tigre de Detroit”.