El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian, comentó este lunes en una rueda de prensa que el rechazo de la Administración de Joe Biden al plan de Intel para la producción de chips en el gigante asiático es otra muestra de que las barreras comerciales impuestas por EE.UU socavan las reglas de comercio internacional.

«La globalización es una realidad objetiva y una tendencia histórica. EE.UU. ha sobrepasado repetidamente el concepto de seguridad nacional y ha abusado del poder estatal para politizar y convertir en armas la ciencia, la tecnología y las cuestiones económicas y comerciales basadas en la ideología, y ha establecido intencionalmente barreras comerciales y de inversión contra países específicos», aseguró el vocero.

Zhao instó a Washington a abandonar «la mentalidad de suma cero», ya que estas actitudes «no solo socavan las reglas del comercio internacional y dividen el mercado global, sino que también terminan perjudicando a otros y al propio EE.UU.».

«Instamos a EE.UU. a adoptar una actitud correcta, seguir la tendencia de la época, descartar la mentalidad de suma cero, defender seriamente un entorno de mercado justo y no discriminatorio y tomar acciones concretas para construir una economía mundial abierta», declaró el portavoz.

Intel, el mayor fabricante de circuitos integrados, había propuesto empezar a producir microchips en una fábrica en la ciudad china de Chengdu, con el objetivo de hacer frente a la escasez mundial de estos. La compañía se había dirigido a las autoridades estadounidenses con el plan de aumentar para finales de 2022 el volumen de producción en EE.UU. de obleas de silicio, un componente clave en la fabricación de dispositivos semiconductores como los circuitos integrados, así como iniciar su fabricación en el país asiático.

Negativa de la Casa Blanca

La Administración de Biden rechazó la iniciativa de Intel debido a preocupaciones relacionadas con la seguridad en el marco de un debate por restringir ciertas inversiones estratégicas en China.

Un representante del Gobierno estadounidense comentó a Bloomberg que la Administración se encuentra «muy centrada en evitar que China utilice tecnologías, conocimientos e inversiones estadounidenses para desarrollar capacidades de vanguardia», lo que, según el entrevistado, podría contribuir a los abusos de los derechos humanos o las actividades que amenazan la seguridad nacional de EE.UU