Los gobiernos de Colombia y EE. UU. revisaron la nueva Política Nacional de Drogas 2023-2033, con la que ambas naciones fortalecen la relación bilateral en ese campo, en la tercera reunión del Grupo de Trabajo Antinarcóticos, que deliberará durante dos días.

Con esta iniciativa, el Gobierno Nacional busca reducir cerca del 40 por ciento la producción de cocaína, lo que significa alrededor de 1.000 toneladas al año y disminuir a 150.000 hectáreas de hoja de coca cultivadas.

La nueva política de drogas tiene un enfoque «más realista y justo en el que se prioriza la consolidación de la paz y el cuidado de la vida», explicó la viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, Elizabeth Taylor Jay.

Adam Cohen, subdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, señaló que este espacio permitirá «maximizar las discusiones para crear un enfoque holístico y colaborativo para abordar los desafíos progresivos para la estabilidad».

Taylor señaló que la alianza estratégica que une a los dos estados ha permitido atender el problema integral de las drogas, tema trasversal en la relación bilateral, compartiendo aspectos en común y siempre tratando este reto de la lucha contra el narcotráfico de una manera responsable.

Durante su visita a Colombia, el subsecretario Robinson visitará programas de la INL (Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, por su sigla en inglés) para apoyar iniciativas colombianas orientadas a reducir la producción y el tráfico de drogas, contrarrestar los delitos ambientales como la minería ilegal y fortalecer los derechos humanos.

En esta tercera reunión participaron el vicecanciller Francisco Coy y la viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, y por EE. UU., el subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, Todd Robinson, y el subdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, Adam Cohen.