Gregorio Contreras de 23 años fue un recluso de la cárcel de La Pica al que decapitaron y mutilaron la mañana del lunes 7 de diciembre. Horas más tarde, su madre, Maglis Andreína Contreras (40), recibió múltiples balazos por varios delincuentes, siendo asesinada al instante.

Este escabroso crimen ocurrió cuando los líderes de la cárcel dieron la orden de matar a Gregorio Contreras y a su madre como venganza contra algunos familiares del preso.

Algunas fuentes aseguran que varios delincuentes entraron en la casa de la mujer para buscar al hermano del privado de libertad; sin embargo, al no encontrarse en el lugar, la asesinaron a ella.

La mujer visitaba a su hijo en el Centro Penitenciario de Oriente (CPO); le llevada algunos objetos personales y comida. Ella desconocía que él había violado a una visita de otro reo; lo que llevaría a accionar la venganza contra la familia entera.

Cuando terminó la visita, la madre procedió a regresar a su casa; sin embargo, al pasar por la calle 3 del sector 4 de Sabana Grande, varios delincuentes la mantenían vigilada y después del asesinato del reo, los maleantes procedieron a propinarle a Maglis Andreína varios disparos.