Ayer tuvo lugar el nuevo aterrizaje de la NASA en Marte. El robot Perseverance, el explorador más avanzado jamás enviado al espacio, fue enviado a este planeta para estudiarlo. Ahora buscará indicios de vida y valorará si el planeta es realmente habitable.

Una de las cuatro personas que dirigieron al Perseverance al planeta rojo es Diana Trujillo, ingeniera espacial colombiana cuya historia nos hace pensar que nada es imposible.

Con 17 años y apenas 300 dólares dejó Colombia para irse a Estados Unidos. Después de años limpiando casas para costearse los estudios, se convirtió en la primera mujer latinoamericana en entrar en la academia de la NASA. Y hoy dirige el vuelo más reciente a Marte.

LA HISTORIA DE DIANA TRUJILLO

Desde su escuela primaria en Cali, Colombia, soñaba con ser parte de la industria aeroespacial. Un profesor del colegio al que asistía, Los Cañaverales, le motivó a trabajar para conseguirlo. La estimulaba porque notó que finalizaba con excelencia y en tiempo récord los exámenes con ecuaciones numéricas.

Diana también quería hacer su carrera de aprendizaje a través de varias universidades en Estados Unidos. Sin embargo, el camino no fue fácil.

En su tierra natal, le pedían que fuera «como una mujer debe ser»: bien portada, casada, con hijos. Pero esa vida no le hacía sentido: ¿dónde quedaban sus aspiraciones personales? ¿Por qué tenía que supeditarlas a una tradición machista y patriarcal?

Por otro lado, la violencia en su región era paralizante. Una bala perdida podría acabar con tu vida en un instante. No quería arriesgarse a eso.

Entonces, con a penas 300 dólares en su bolsillo y 17 años, se fue a Estados Unidos. Durante años limpió casas para pagar sus estudios. Llegó a tener hasta cuatro trabajos para poder financiar su carrera académica.

Con una visa de estudiante, estudió inglés y Ciencia Espacial en el colegio comunitario de Miami-Dade. Después fue a la Universidad de la Florida, y finalmente acabó graduándose en ingeniería aeroespacial de la Universidad de Maryland en 2007.

Su desempeño le permitió llegar a la NASA y se convirtió en la primera mujer latinoamericana en poder ingresar a la academia de esta institución.

En 2008 logró que la contrataran, luego de una pasantía. Desde entonces, desarrolló distintos dispositivos para estudiar la superficie de Marte.

ANTES DEL PERSEVERANCE

Antes de la actual misión, Diana Trujillo también formó parte de otra expedición a Marte: Curiosity. En esa oportunidad también envió un robot al espacio y ella fue la encargada de que toda la información que llegó del robot a la Tierra fuera compatible con las órdenes que se pedían. El objetivo era hacer un reconocimiento del planeta.

En ese momento explicó cuál era su tarea: «Si en algún momento nos damos cuenta que esa información trae algunos problemas, entonces mi trabajo es empezar a llamar la gente que necesitamos para poder verificar cuales son los siguientes comandos que tenemos que hacer para poder poner el estado del robot en un estado normal».

Además, participó en otras investigaciones que se realizan en el Laboratorio de Propulsión (JPL) de la NASA. También se encargó de diseñar cuáles serían las rutas que hacen estos robots para estudiar la superficie de Marte.

Diana contó que sólo ha trabajado con otros dos hispanos en la NASA, algo que evidencia la falta de diversidad en la industria. Por otro lado, cree que las mujeres deben empoderarse y vencer el síndrome del impostor.

La ingeniera dice que esto «tiene que ver con el hecho de que como mujeres siempre nos han dicho que ahí no, que así no es, que esto no está bien, que es mejor así, pero somos capaces de muchas cosas».

LA NUEVA MISIÓN A MARTE

La nueva misión a Marte pretende recoger muestras de roca para examinar la existencia de vida y averiguar más sobre si este planeta podría llegar a ser realmente habitable.

El equipo de Diana se ocupó de integrar el diseño del robot Perseverance con el sistema que lo iba a hacer funcionar. «Una vez que el diseño mecánico estuvo hecho, y también el diseño electrónico, tomamos esa parte y la integramos con el diseño del software. Era para estar seguros de que cuando tú comandas el robot, hace lo que tiene que hacer».

En este viaje ha podido llevar el primer helicóptero a un planeta extraterrestre. «Acá en la Tierra, cuando veía el Superbowl y mostraban los drones con cámaras, me decía ‘qué perspectiva tan chévere’. Ahora imagínate eso en la superficie de Marte», dijo a BBC.